Patricia, hija del ganadero, y Francisco Hidalgo, el mayoral, marcan un añojo ante la atenta mirada del ganadero, José Antonio Baigorri.
El ganadero navarro marcó 40 añojos, todos, salvo uno, con el hierro de Ganadería de Pincha. Imágenes.
La finca lodosana El Ontanal fue el escenario el sábado pasado de un herradero en el que se marcaron 40 añojos, machos 27 de ellos y todos con el hierro de Ganadería de Pincha, salvo uno, con el de El Tolco, hierro destinado a los festejos populares, a los de la calle. Bajo un sol que haciéndose paulatinamente más presente, un experimentado equipo de vaqueros, capitaneado por el mayoral, Francisco Hidalgo, y por una hija del ganadero, Patricia Baigorri, fue marcando, uno tras otro, a buen ritmo y sin problema alguno.
Fue el tercer herradero que lleva a cabo José Antonio Baigorri este año. En total, ha marcado nada menos que 166 animales: 81 machos (70 de Ganadería de Pincha y 11 de El Tolco) y 85 hembras (70 de Ganadería de Pincha y 15 de El Tolco).
Terminado el herradero, José Antonio Baigorri reconoció que ya tenía la mente puesta en Pamplona, donde volverá a lidiar el 5 de julio la novillada picada del abono sanferminero. “Ya soporto mariposas en la tripa. Lidiar en Pamplona supone una cita de gran responsabilidad. Para que las cosas salgan bien, una parte es responsabilidad del ganado, del ganadero, y otra, en este caso, de los novilleros”, explicó el criador de ganado bravo.
A finales de junio, nueve utreros serán embarcados en El Ontanal con destino a la centenaria plaza de Pamplona. “La novillada está en hechuras de embestir. Van novillos de las mejores familias de la ganadería, como la de los soñadores, que en Pamplona siempre han dado buen juego. Sólo deseo que la novillada salga buena, que el público la disfrute, que los novilleros estén bien y, asimismo, que no llueva”, concluyó el ganadero navarro, ante su sexta comparecencia en la capital de Navarra.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX