Viriato fue uno de los caballos destacados en Matehuala.
Regresó a esta plaza del estado de San Luis Potosí seis años después de presentarse en ella.
Plaza: Santiago J. Vivanco, en Matehuala (San Luis Potosí).
Ganado: dos toros para rejones de Refugio Peña, segundo y cuarto, uno bueno y otro manso, dos novillos de Montecristo, primero y sexto, un toro de Hermanos Armilla, tercero, y otro de El Vergel, quinto.
Antonio Lomelín: palmas y pitos.
Pablo Hermoso de Mendoza: dos orejas y rabo y palmas.
Fermín Spínola: oreja y dos orejas y rabo.
Incidencias: Tres cuartos de plaza.
Pablo Hermoso de Mendoza regresó a la plaza Santiago J. Vivanco de Cohauila seis años después de presentarse en ella y lo hizo con magnífico pie pues, además de sentir el cariño de las gentes, logró un triunfo rotundo y paseó en triunfo el sexto rabo conquistado en su campaña mexicana.
Los máximos trofeos los consiguió del primero de su lote, un toro llamado Zima Real, de 460 kilos, que tuvo buen son y estupenda acometida. Con tal materia prima, el caballero navarro conectó con los tendidos desde el inicio de la faena, aunque fue en banderillas, con los quiebros de Van Gogh y el toreo en redondo de Viriato, cuando la plaza se puso al rojo vivo. Sacó a Pirata para el tercio final y concluyó su labor con un rejonazo en todo lo alto, precedido de una rueda de cortas sin respiro y un espectacular par a dos manos. Dos orejas y rabo, y puerta grande asegurada.
Este triunfo no lo pudo repetir con el segundo de su lote, cuarto del festejo, un toro muy manso y parado, que llegó muy complicado al último tercio. Además, el jinete estellés no anduvo acertado con el rejón final y todo premio se redujo a los aplausos de un público que agradecía el esfuerzo realizado por el torero.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX