FESTEJO SIN TROFEOS EN PERALTA POR LOS FALLOS CON EL REJÓN DE MUERTE

Armendáriz se mostró incómodo ante el tercero, al que consideró reparado de la vista. Fotografía: Galdona.

Armendáriz toreó frente al peor lote y gustaron las maneras de Donat, que se presentó en esta plaza como sustituto de Arrogante.

Ganado: Cuatro toros de Pablo Hermoso de Mendoza, todos cuatreños, entre los que destacaron el segundo y el cuarto por su buen tranco y mayor acometividad.

Rejoneadores: Roberto Armendáriz (silencio y silencio tras aviso) y Pablo Donat (saludos y silencio tras aviso).

Presidencia: A cargo de Dolores Armendáriz asesorada por Santiago Campos y por el veterinario Jesús Blanco, cumplió con su misión y pasó desapercibida.

Incidencias: Tres cuartos de plaza. Tarde agradable. Donat toreó en sustitución de la rejoneadora Rocío Arrogante, que anunció hace pocos días que cortaba su temporada.

El planteamiento de la empresa con este cartel parecía correcto: la mejor ganadería que pueda encontrase en Navarra para el rejoneo, un caballero de larga experiencia como Roberto Armendáriz y un rejoneador de alternativa reciente para sustituir a la amazona Rocío Arrogante, que cortó la temporada la semana pasada. Y también el detalle, siempre bueno en Peralta, de lidiar sólo cuatro reses a caballo en vez de seis para aliviar costes y tedio.

De todas estas premisas se cayeron todas salvo la última y el público llevó mejor lo de aguantar una mala tarde en cuatro actos que en los seis de una terna. De manera que despidió la partida de los caballeros rejoneadores con pitidos, pero sin mal humor.

Ayudó también que el público de Peralta, exigente con lo que sucede en el ruedo, es de una enorme generosidad con los vecinos de tendido. Este martes circularon por las gradas delicias gastronómicas como los mantecados o las hojas de parra de San Adrián, que ayudaron a llevar mejor los deslices de la tarde.

Los tendidos de Peralta, prácticamente llenos, ovacionaron a Donat. Fotografía: Galdona.

Porque en el ruedo cabe apuntar que el novel Pablo Donat, con el toro de su debut en Peralta, quebró y tuvo batidas meritorias a lomos de Nalón. Clavó banderillas con más o menos ajuste con Escándalo y de no haberse hecho un lío a la hora de matar, la tarde hubiera tomado buen rumbo porque cayó con gracia en los tendidos. En el cuarto toro, de condición más codiciosa, tuvo momentos de mucha bisoñez y riesgo para sus monturas.

Roberto Armendáriz pechó con el lote menos colaborador. Desacertado con los aceros, tanto de castigo como de muerte en su primero, en el tercero exteriorizó ante el público su enojó con el ganado en general y el toro en particular. Hizo gestos de que estaba reparado de la vista.

Entre tanto enfado, los peralteses no pudieron disfrutar de su buen momento, atestiguado hace pocas semanas en la plaza madrileña de Las Ventas.

Información de Pascal Lizarraga, publicada en Diario de Navarra.

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