Mondeño pasea en triunfo una oreja en la Maestranza de Sevilla.
Sumó doce paseíllos en Pamplona y uno en Tudela. En 1962 cortó un rabo y firmó así su única salida a hombros en San Fermín.
El maestro gaditano Juan García ‘Mondeño’ murió este jueves víctima de una grave enfermedad en su domicilio de Sanlúcar La Mayor justo cuando estaba a punto de cumplir los 89 años de edad, que haría este sábado. Descanse en paz.
Natural de Puerto Real, nacido el 7 de enero de 1934, y de humildes orígenes, el torero andaluz llegó a abrir la Puerta del Príncipe en su etapa de novillero para después tomar la alternativa el 29 de mayo de 1959 en la Real Maestranza de Sevilla con Antonio Ordóñez como padrino y Manolo Vázquez como testigo de ceremonia.
Torero importante de la década de los 60 / 70 y sobre todo de una gran personalidad basada en su valor, verticalidad y quietud, Mondeño compitió con una baraja de nombres rutilantes con los que alternó en todas las ferias del circuito: Viti, Camino, Puerta, Cordobes, Ordóñez, etc.
Posteriormente, ingresó en el convento de Caleruega tras retirarse temporalmente de los ruedos a los que volvió años después antes de su retirada definitiva.
El cuerpo de Mondeño ha sido incinerado la tarde de este viernes 6 de enero, en el Tanatorio de Sanlúcar La Mayor, en la más estricta intimidad. Descanse en paz.
Doce tardes en Pamplona y una en Tudela
Mondeño intervino en seis ferias de Pamplona entre 1960 y 1968. Hizo doce paseíllos en la capital navarra, estoqueó 24 toros y cortó nueve orejas y un rabo. Su mejor tarde la protagonizó el 12 de julio de 1962. Ese día se lidiaron seis toros de Álvaro Domecq, que, según la prensa local, fueron “codiciosos en los caballos y con buena arremetida en las muletas, estuvieron magníficamente presentados por su romana y sus cabezas aparatosas; fue un éxito ganadero”. Al tercero lo mató de dos pinchazos, una estocada y un descabello; se le premió con una oreja. Al sexto, llamado Tercerolo, tras una estocada, le cortó las dos orejas y el rabo. Su balance fue de tres orejas, un rabo y salida de la plaza a hombros.
Trece días después, el 25 de julio, toreó por primera y última vez en Tudela. En una tarde calurosa y bajo una plaza llena, se lidiaron seis toros de Marqués de Domecq, bravos, con poca fuerza y clase, muy aptos para la lidia. Tras la muerte del cuarto, los tres diestros y el mayoral dieron la vuelta al ruedo. Y es que a esas alturas del festejo, Antonio Ordóñez le había cortado el rabo al cuarto y, más o menos, una hora después Andrés Vázquez paseaba en triunfo las dos orejas del sexto. Para entonces, Mondeño ya había conseguido un gran triunfo frente al segundo, al que, tras una faena parsimoniosa, le cortó el rabo. Fue una tarde triunfal, en la que los tres diestros salieron a hombros.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX