Sumó cuatro tardes en Pamplona y se vistió de luces también en las plazas de Corella, Tudela, Tafalla y Estella.
El matador de toros madrileño Gabriel de la Casa ha fallecido este jueves, 3 de marzo, a los 73 años de edad en un hospital madrileño, tras una larga y compleja enfermedad. Gabriel era hijo de Emiliano de la Casa, conocido en el mundo del toro por Morenito de Talavera, torero de los años 50 del pasado siglo. El hermano de Gabriel, José Luis, también fue matador de toros, y ambos formaron pareja en su época de novilleros durante varias temporadas. Su tío, Pedro de la Casa ‘Morenito de Talavera Chico’ también fue matador de alternativa.
En 1960 toreó un festival en Ávila y el 19 de marzo de 1963 toreó por primera vez vestido de luces en Arenas de San Pedro. Al año siguiente torea en América, en Colombia, Perú y Quito, donde debuta en novillada con caballos. Su presentación en España se produjo en 1965, toreando ese año en Las Ventas el 19 de marzo, alternando con su hermano José Luis.
Tomó la alternativa el 9 de agosto de 1967 en Manzanares, con Manuel Benítez ‘El Cordobés’ de padrino y de testigo Víctor Manuel Martín. Ese día cortó cuatro orejas y un rabo, siendo el toro del doctorado Quebrado, negro bragado, número 88, de 455 kilos, de Herederos de María Montalvo.
La confirmación sucedió el 15 de mayo de 1969, con toros de José Luis Osborne. El toro de la ceremonia atendía por Jazminito, negro, al que le cortó una oreja. Agapito García ‘Serranito’ y José Manuel Inchausti ‘Tinín’ fueron el padrino y testigo, respectivamente, de aquella tarde.
También tuvo ganadería brava en Extremadura, donde criaba toros de procedencia Domecq con el nombre de El Alijar de la Loba. En su dilatada trayectoria en el mundo del toro se dedicó al empresariado, siendo el primero en organizar una corrida de toros en China, el 23 de octubre de 2004, en la que actuaron José Ignacio Ramos, Iván García y Guillermo Albán. “Son 1.3000 millones de habitantes, si les diera por ir a los toros…”, dijo en la previa de dicho festejo en un reportaje que le dedicó Aplausos al acontecimiento. Para la ocasión se habilitó un estadio que congregó a 7.000 espectadores y se lidió una corrida de toros de la divisa mexicana de La Soledad.
Numerosas tardes en Navarra
Gabriel de la Casa se presentó en Pamplona el 15 de julio de 1967, en una novillada picada fuera de abono. Alternó con Mario Coelho (oreja y pitos) y Miguel Márquez (saludos y dos orejas con petición de rabo). Todos ellos lidiaron novillos de Conde de la Maza, bien presentados y difíciles para el lucimiento. No gustó en ningún momento. Apenas pudo con su lote. Se le vio muy verde con la muleta. Pese a ello, tras matar a cada uno de su lote, saludó desde el tercio.
Como matador de toros, se presentó casi cinco años después, el 16 de abril de 1972. Compartió cartel con Jaime Ostos (vuelta y silencio) y Pedrín Benjumea (pitos y bronca). Se lidiaron cuatro toros de Cerroalto y dos de Muriel, con mucha casta, que acusaron su edad cumplida y mostraron predisposición a aprender. Le correspondieron dos toros buenos y bravos. Al tercero le cortó una oreja tras realizar una buena faena. Frente al que cerró plaza, puso un nudo en la garganta de los espectadores; su labor fue premiada con las dos orejas y hubo bronca a la presidencia por no conceder el rabo.
Este triunfo le sirvió para debutar ese mismo año en San Fermín. Estuvo anunciado sólo en un cartel pero hizo dos paseíllos. El 9 de julio sustituyó a Galán y alternó con José Luis Parada (bronca en ambos) y Raúl Aranda (oreja y silencio. Se lidiaron cuatro toros de Carlos Urquijo, blandos y malos salvo el tercero, que fue excelente, y dos sobreros de Conde de la Maza, con más presencia pero mansos de solemnidad. Poco pudo hacer con el que abrió plaza porque el toro se caía; terminó con media estocada. Aprovechó a su segundo, manso, toreando por alto y en redondo; lo mató de una estupenda estocada hasta la bola y se le concedieron las dos orejas del toro, la segunda de regalo.
Al día siguiente, toreó junto a Andrés Vázquez (oreja y cogido) y José Luis Parada (división de opiniones y bronca). Se lidiaron cinco toros de Eduardo Miura, con mucho trapío, con mucho poder, con codicia, bravos y nobles pero blandos; se lidió también uno del Conde de la Maza, mansísimo. Tuvo que matar tres toros por cogida de Andrés Vázquez pero le vinieron grandes, no pudo con ellos. El balance de su actuación fue de bronca, pitos y bronca. No volvió a vestirse de luces en Pamplona.
Toreó asimismo en otras plazas de Navarra. En 1965, cortó en Corella tres orejas de un lote de utreros de Martínez Elizondo. Ya como matador de toros, siete años después, en1972, le cortó en Tudela las dos orejas al quinto, de Rodríguez Pacheco. Eses año toreó también en Estella pero se fue de vacío.
No regresó a Navarra hasta tres años después. Se vistió de luces en Tafalla y fue abroncado. Después de esta actuación, toreó por última vez en Navarra en 1977. Lo hizo con un triunfo de tres orejas en la plaza de Estella, de un lote de Eloy Jiménez Prieto.