Se temía una carrera complicada pero el ganado bravo de Teodoro Vergara ha galopado con nobleza. Imágenes: Garzaron.
El octavo y último encierro del Pilón de Falces ha concluido sin incidentes ni episodios dignos de destacar. Sólo ha habido una atención, de un espectador, por erosiones. Las vacas del ganadero local Teodoro Vergara hacían barruntar un encierro complicado, de bastante duración. Sin embargo, han sido bien conducidas y han llegado a la cuesta final a una velocidad moderada, lo que ha permitido ver buenas carreras.