Pablo Hernández, al natural en la plaza francesa de Arles.
El novillero pamplonés se impuso el jueves en el bolsín Francis Espejo y cortó el domingo una oreja en el coliseo romano de Arles.
Ganado: Seis erales de Hermanos Jalabert, con movilidad, de buen juego.
Novilleros: Martin Morilla, Escuela Taurina de Arles (silencio), Simón Burriel, Escuela Taurina de Valencia (ovación), Javier Zulueta, Escuela Taurina de Sevilla (oreja), Mario Vilau, Escuela Taurina de Cataluña (ovación), Pablo Hernández, Escuela Taurina Adour Afición (oreja) y Cristian Restrepo, Escuela Taurina de Madrid (oreja).
Incidencias: Un cuarto de plaza. Festejo matinal. Segunda de la Feria del Arroz.
Pablo Hernández va incrementando poco a poco su nombre y su prestigio en tierras francesas. La semana pasada cobró gran protagonismo en la taurina localidad de Arles. El domingo, en su coliseo romano, formó parte del plantel de una novillada sin picar. Y fue uno de los destacados. Le correspondió el quinto de la mañana, al que consiguió cortarle una oreja.
En el segundo tercio, el banderillero pamplonés Garrapi le clavó dos pares de rehiletes, en el festejo que supuso su presentación en Francia.
En el último tercio, fue un eral serio, brusco, de violenta embestida, al que había que dejar la muleta abajo y tragarle mucho. Y así lo hizo Hernández. Realizó una faena basada en la diestra, ya que por el izquierdo el novillo no terminaba de pasar y reponía mucho. Fueron varias series de derechazos, en las que conectó con el público. Al cuadrar al eral para la muerte, sufrió la tercera voltereta de su actuación.
Mató de un espadazo pero el de Jalabert tardó en caer, lo que enfrió algo los ánimos. Agarró el descabello y acertó al primer golpe. Una oreja, que bien podían haber sido dos de haber doblado pronto el astado. En cualquier caso, nuevo triunfo. Quinta novillada del pamplonés y un dato digno de destacar: en todas ha cortado algún trofeo, nunca se ha ido de vacío.
Un bolsín para su palmarés
Hernández llegó el domingo a esta novillada sin picar después de haber intervenido el martes en la semifinal del bolsín denominado Francis Espejo. Por su buen hacer, se clasificó para la final, que se disputó el jueves en la placita de los corrales de Sonnailler.
Vestido de corto, alternó con Andrés Gil, de la Escuela Taurina de Madrid (saludos) y Andy Martin, de la Escuela Taurina de Arles (vuelta al ruedo). Éstos y el pamplonés lidiaron tres novillos de Tardieu, nobles pero faltos de fuerza, sobre todo los dos primeros. A Hernández le correspondió el tercero, al que le cortó una oreja, la única del festejo, por lo que fue proclamado triunfador del citado bolsín. El premio le fue entregado en la pista por los nietos del inolvidable Francis Espejo.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX