El Luri pasea en triunfo en la plaza soriana de Deza las dos orejas del tercer novillo de Santafé Martón.
El novillero de San Adrián cortó las dos orejas a un muy buen novillo del criador navarro, que vio cómo se le daba la vuelta al ruedo al segundo del festejo.
Juan José Luri ‘El Luri’ consiguió el sábado pasado un gran triunfo en la plaza soriana de Deza, donde se lidiaron tres erales avanzados del ganadero navarro José Ángel Santafé Martón, que lucieron muy buena presentación y ofrecieron excelente juego, por su nobleza y motor, sobre todo los dos últimos.
Bajo una plaza llena hasta la bandera, el novillero de San Adrián alternó con Juan José Luego Bustos ‘El Cubero’ (palmas) y con Alejandro Andreu Calvo (rabo), que supo aprovechar al mejor novillo del festejo, el segundo, premiado con la vuelta al ruedo.
El Luri montó un auténtico alboroto. Se encargó del tercero y último, que no anduvo a la zaga del anterior en cuanto a clase y nobleza. Para entonces, ya se había lucido en un quite por tafalleras al anterior novillo. Recibió al que le correspondió con una larga cambiada y varias verónicas, cargadas de temple y de verdad. La faena la comenzó en el centro del ruedo con unos cambiados por detrás que le costaron un volteretón con fea caída.
Se repuso enseguida y enrabietado y sin chaquetilla se fue al toro y, con el público ya volcado con él, dibujó dos series con la diestra muy templadas y otras cuatro de naturales, muy despacio, a cámara lenta, un alarde temple. Terminó con unos adornos en forma de arrucinas y abaniqueos, se tiró a matar y pinchó en dos ocasiones antes de dejar la estocada definitiva. Esos dos pinchazos le alejaron de los máximos trofeos, pero paseó en triunfo las dos orejas de un novillo de Martón, que fue fuerte y justamente ovacionado en el arrastre.
El Luri llegó a Deza después de haber realizado otra gran faena en Arles, trasteo que se quedó sin trofeos por el reiterado uso del descabello. De lo contrario…
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX