El forcado Eduardo del Valle en una de sus actuaciones.
Un toro de Rancho Seco le produjo la rotura de la arteria iliaca y serios daños en el bazo.
El mexicano Eduardo del Villar, cabo de los Forcados Hidalguenses, falleció el domingo pasado en Seybaplaya, Campeche (México), tras ser corneado mortalmente por un toro de la ganadería de Rancho Seco.
Del Villar, que contaba con 27 años de edad, toreaba invitado con el grupo de forcados Amadores de Puebla cuando fue herido por el astado correspondiente al rejoneador Emiliano Gamero al realizar el segundo intento de pega. El pitón de la res seccionó la arteria iliaca en la parte superior del muslo derecho ocasionándole también serios daños en el bazo.
Según fuentes cercanas a este rejoneador, el forcado realizó hizo una segunda pega de largo, sin ayudas, y el toro le infirió una cornada a la altura de la ingle izquierda; al principio, nadie se dio cuenta, incluso terminó la pega pero, tras ella, cayó desvanecido. Aún con vida, fue trasladado en ambulancia hasta el Hospital General de Especialidades Miguel Osorio de la ciudad de Campeche, en donde los médicos no pudieron hacer nada por salvar su vida porque llegó sin signos vitales. Media hora después del traslado se dio la fatal noticia de su muerte.
Nacido el 3 de abril de 1987, había debutado en el toreo el 12 de octubre de 2005 en la plaza mexicana de Santa Clara. Sus restos mortales fueron trasladados ayer a Tulancingo, su ciudad natal, donde fue velado e incinerado en la agencia funeraria Los Sauces. Descanse en paz.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX