EL DIESTRO VALLISOLETANO LEANDRO MARCOS DICE ADIÓS AL TOREO

Leandro en la plaza de toros de Fitero, en 2010, a punto de protagonizar la que iba a ser su última actuación en Navarra.

Leandro en la plaza de toros de Fitero, en 2010, a punto de protagonizar la que iba a ser su última actuación en Navarra.

Sin lograr presentarse en Pamplona, toreó por última vez en Navarra en 2010, en la plaza de Fitero.

Leandro ha tomado una de las decisiones más duras para un artista y un torero: decir adiós. El diestro vallisoletano ha tomado la determinación de poner punto y final su carrera profesional y emprender un nuevo camino en su vida.

“Es una decisión extremadamente compleja y más cuando estoy atravesando un momento de madurez artística y personal”, señala el torero en un comunicado, “pero la situación en que se encuentra actualmente el toreo choca con la visión que siempre he tenido de una profesión que la he vivido con plena fidelidad a sus valores”, subraya.

Leandro no oculta tomar esta decisión “con humildad pero con honestidad” y añade sentir “satisfacción de haber formado parte de una de las grandes épocas del toreo, de haber compartido cartel con grandes figuras y haber sentido la emoción de torear en muchas de las grandes plazas que un matador de toros desea estar anunciado”. El diestro detalla su más “sincero agradecimiento a mi principal soporte, mi familia y seres queridos, así como a todos los profesionales y amigos que han compartido conmigo el sueño de ser torero”.

Leandro tiene 33 años. Tomó la alternativa en la plaza del paseo de Zorrilla de Valladolid el 13 de mayo de 2002 de manos de Paco Ojeda y en presencia de José Tomás, frente a reses de Garcigrande. Su último paseíllo tuvo lugar el pasado 22 de diciembre en la Plaza México.

En Navarra, no logró presentarse en la Feria del Toro de Pamplona. En su etapa de novillero, toreó en las plazas de Valtierra y de Peralta, en 1999 y 2001, respectivamente. Y ya como matador de toros, su última y única actuación la protagonizó el 14 de marzo de 2010 en la plaza de Fitero. Cortó tres orejas a un lote de Los Recitales pero no salió a hombros sino a pie por falta de capitalistas.

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