Aprovechando el viaje a la Feria del Caballo de Jerez, los aficionados pamploneses presenciaron un tentadero a cargo del diestro aragonés Paulita.
Una treintena de socios del Club Taurino de Pamplona visitó recientemente en la localidad gaditana de Vejer de la Frontera la finca Jandilla, donde se crían los toros marcados con el hierro de Lagunajanda. De la mano de la propietaria de esta vacada de bravo, María Domecq Sainz de Rozas, y de su marido, recorrieron por la mañana una dehesa de ochocientas hectáreas, doscientas de las cuales están dedicadas al cultivo del arroz, y pudieron contemplar desde cercas las reses, incluidos los toros reseñados para Las Ventas –dieciocho en total- y para ser lidiados en plazas francesas.
Por la tarde, los aficionados pamploneses presenciaron un tentadero protagonizado por el matador de toros aragonés Paulita, que dejó clara muestra de su elegante estilo ante dos vacas encastadas, nobles pero no tontas, que tuvieron importancia.