Un joven en apuros en la traída de vacas de ayer. Fotográfía: Blanca Aldanondo.
El festejo, con astados de la ganadería de Santos Zapatería, de Valtierra, se prolongó durante unas dos horas. Galería fotográfica de Blanca Aldanondo.
La tradicional traída de las vacas por el río Alhama de Cintruénigo se saldó ayer con dos personas heridas que fueron trasladadas al hospital Reina Sofía de Tudela y otras 17 atendidas por Cruz Roja -todas ellas de carácter leve- por contusiones, picaduras o caídas.
Los trasladados al centro hospitalario de la capital ribera fueron J.R.V.R., cirbonero de 44 años, que sufrió politraumatismos y fractura de una muñeca al caer por un terraplén cuando se protegía de las embestidas de una res subido a un árbol y una de las ramas se rompió; y la también vecina de Cintruénigo V. M. C, de 27 años, por un traumatismo de espalda al caer de una paca de paja.
Respecto a las atenciones, una de ellas se realizó en el hospital de campaña que instaló Cruz Roja en el lugar. Fue a D.G.L., de 21 años y natural de Tarazona, que sufrió un traumatismo en una de sus rodillas.
La alta temperatura de la jornada -37 grados cuando se desarrolló el acto-, restó una notable participación de público. A juicio del responsable del operativo, Rafa Rández, esta edición fue la de más floja presencia de asistentes, con unos 1.500, de los que la mayor parte eran foráneos.
Este es el segundo año en el que las vacas no salieron, como era habitual, de la zona del Medidor por el cauce del río, sino que se soltaron en la zona de las Espeñas, donde se instaló un corral portátil. Con el fin de evitar sobresaltos y dotar de más medidas de seguridad al acto, las reses salen del camión que se coloca al comienzo de un corredero que desemboca en el coso, con lo cual el puente del río está vacío de público.
Además, hay dueños de fincas que no ceden sus propiedades para el festejo, con lo que el ayuntamiento se ve obligado a balizarlas con pacas de paja.
La traída, en esta ocasión con astados de la ganadería de Santos Zapatería, de Valtierra, se prolongó durante alrededor de dos horas y media -desde las 18.05 a las 20.30 horas-. En un primer turno se soltaron 5 vacas, y después otras 5. Una de ellas se escapó y tuvo que ser recogida con el camión de la ganadería.
Los animales propiciaron carreras pero buscaron pronto el abrigo de las sombras del paraje dadas las altas temperaturas, aunque también contribuyeron a la diversión popular en esta fiesta hasta que fueron introducidas nuevamente al camión,
Menos tirón popular
Los cambios introducidos en este espectáculo han hecho que haya vecinos de Cintruénigo que consideren que la traída ya no tiene tirón popular. De este modo, J. I. M., vecino de Cintruénigo que prefirió dar sólo sus iniciales, afirmó: “Como se trata de que las vacas no se escapen, el Gobierno de Navarra exige unas medidas de seguridad muy estrictas y a la gente le gusta la emoción. Por eso, a la ‘Saca’ de Valverde cada año acude más público y aquí, sin embargo, vamos al revés”.
Hay cirboneros que se preguntan si merece la pena gastar 15.000 euros en un espectáculo que cada vez cuenta con menos adeptos, aunque hay que tener en cuenta que en el citado presupuesto se incluyen los jornales de la brigada municipal para la traída.
Información de Paco Romera para Diario de Navarra. Galería de imágenes:
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX