DOLORES AGUIRRE, TRECE ENCIERROS EN PAMPLONA Y CATORCE CORNEADOS

Los toros de Dolores Aguirre no cornearon a nacie en el encierro de 2009.

Los toros de Dolores Aguirre no cornearon a nacie en el encierro de 2009.

Los toros de este hierro debutaron en 1980 y protagonizaron su carrera más peligrosa en 2005, año en el que empitonaron a cuatro personas.

Dolores Aguirre Ybarra, fallecida el viernes pasado en Constantina, localidad sevillana donde se crían sus toros, era asidua a las fiestas de San Fermín. El día que lidiaba asistía al encierro, al apartado y a la corrida vespertina. “Guardo mucho cariño a Pamplona, a la ciudad y sus gentes. La Feria del Toro, además, goza de gran prestigio”, declaraba en una entrevista publicada en este periódico en 2009. Su historia en Pamplona comenzó en un ya lejano 11 de julio 1980. Ese día, sus toros protagonizaron el encierro más limpio de las fiestas, pese a que se quedaron rezagados de los cabestros desde la cuesta de Santo Domingo y así llegaron a la plaza. Cubrieron el recorrido en 4 minutos y 58 segundos.

Esta ganadería no regresó a la capital navarra hasta quince años después. El 9 de julio de 1995, los aguirres volvieron a galopar por el adoquinado de Estafeta. Completaron el recorrido en 3 minutos y 30 segundos, y se cobraron en Mercaderes su primer corneado, el australiano Shane Baisden, de 29 años.

Tras estos dos encierros, los atanasios de la ganadera vizcaína no viajaron desde Constantina a los corrales del Gas hasta 2002, año clave, pues desde entonces nunca han faltado en San Fermín. Tal continuidad ha convertido a este hierro en el decimotercero que más veces ha lidiado en la capital de Navarra. Ha estado presente en trece ferias con encierros completos, pero también lo estuvo en el ciclo de 1989, con un sobrero, el único lidiado que no conoció el encierro.

Dicho de otro modo, 78 toros de Dolores Aguirre han protagonizado trece encierros sanfermineros entre 1980 y 2012. En conjunto, han dejado un balance de catorce mozos corneados, el último el 7 de julio del año pasado. Sin embargo, sus carreras pueden calificarse de tranquilas, por lo que la Casa de Misericordia, teniendo en cuenta también el trapío de estos astados, decidió hace años programarlos para los masivos fines de semana.

Pero como en el mundo taurino dos más dos nunca son cuatro, en 2005 rubricaron su encierro más sangriento, con un balance final de cuatro empitonados en tan sólo 2 minutos y 59 minutos, que fue el tiempo que tardaron en llegar a los corrales de la plaza de toros. Cubatisto, Pitillito, Cubanoso y Yegüizo fueron los culpables.

En el lado positivo, a lo largo de este dilatado tiempo, el hierro de Aguirre ha acumulado también premios. Dos de la Feria del Toro a la corrida más completa -1995 y 2009-, y un Trofeo Carriquiri al tor más bravo. Lo consiguió en 2011 con el toro Langosta, un negro burraco de 580 kilos, que tuvo que compartir galardón con Cotidianero, de El Pilar.

Además, en su palmarés pamplonés figura también una Alpargata de Honor, del Nuevo Casino, por la bonita carrera que protagonizaron estos toros en 2002, en el sexto encierro de las fiestas, que se saldó en 2 minutos y 57 segundos, con un corneado y con la presencia de un matador de toros entre los corredores, la del granadino David Fandila “El Fandi”, que debutó en esta carrera –experiencia que calificó de “gratificante”- y que por la tarde se encargó de lidiar y estoquear a dos de estos toros.

Dentro de unos meses, los toros de Dolores Aguirre volverán por la mañana a las calles del Casco Viejo. Todo será igual y todo será distinto, porque, por primera vez, lo harán sin la atenta mirada de su inolvidable criadora.

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