ANTÓN TIENTA EN CÁCERES, PORTUGAL Y ANDALUCÍA DE CARA A NAVARRA

En la plaza de tientas de Castillo de la Reina, con los ganaderos, con Víctor Puerto y El Nico.

En la plaza de tientas de Castillo de la Reina, con los ganaderos, con Víctor Puerto y El Nico.

El matador de toros de Murchante, que está ilusionado por torear en Pamplona, lidiará en Tafalla la corrida de Dolores Aguirre.

El matador de toros navarro Javier Antón se está preparando a fondo para los compromisos de esta temporada: su posible inclusión en los carteles de Pamplona y para el paseíllo que realizará en Tafalla el día que se lidie la corrida de toros de Dolores Aguirre.

Para ello, está interviniendo en varios tentaderos por la península. El primero de ellos tuvo lugar en la localidad cacereña de Serrejón, en la finca del veterano ganadero Isidro Cañada. En este escenario compartió tienta con José David Cadavid, novillero venezolano afincado en España. Ambos probaron la bravura de nada menos que dieciséis vacas de procedencia Sepúlveda, varias de ellas viejas, de retienta.

Unos días después, el diestro de Murchante volvió a tentar pero esta vez en tierras granadinas, en Lanteira, donde se cría el ganado bravo marcado con el hierro de Castillo de la Reina, una nueva ganadería -debutó el año pasado con una novillada sin picar- de procedencia Jandilla, vía Torrehandilla.

En la plaza de tientas de este nuevo hierro granadino se dieron cita Antón y los también matadores de alternativa Víctor Puerto y Nicolás López “El Nico”, de Madrid y Granada, respectivamente. Cada uno de ellos tentó dos vacas, ganado que atesoró mucha calidad, que embistió con clase y que tuvo además duración en la muleta.

Todos los participantes en el tentadero de Pinto Barreiros.

Todos los participantes en el tentadero de Pinto Barreiros.

Por último, el espada navarro se desplazó el miércoles pasado hasta Montemor o Novo, en el Alentejo portugués, donde descansan las reses bravas de Joaquín Alves, curtido ganadero luso que posee los hierros de Pinto Barreiros y Sao Trocato. Allí, en la finca Quinta do Vidigal, se dieron cita los matadores de toros Francisco Marco, Jesús Duque y Javier Antón, y los novilleros Tulio Salgueiro y Diego Peseiro.

El valenciano Duque, que ya había tentado por la mañana con Eduardo Gallo, sólo lidió una; al resto le correspondieron dos vacas. Todos ellos estuvieron bien auxiliados por el banderillero navarro Venturita y por el novillero Cadavid. La suerte de varas corrió a cargo de Mario Herrero, que cumplió con profesionalidad su labor.

El tentadero resultó muy exigente pues las vacas tuvieron mucha movilidad y no paraban, lo que les convirtió en complicadas. Antón nada pudo hacer frente a la primera que le cayó en suerte. Sin embargo, su segunda se dejó mucho por ambos pitones, lo que aprovechó el murchantino para lucirse por derechazos y naturales, torear a gusto y acabar gustándose; en definitiva, una dura prueba con la cabeza de Antón puesta en los carteles de Pamplona y en el ciclo tafallés.

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