El de la mañana, con erales zaragozanos de Hermanos Ozcoz, se saldó sin incidentes dignos de mención.
El encierro de la mañana mostró a unos erales zaragozanos de Hermanso Ozcoz bien criados, que dieron más de un susto a los corredores, pero sin consecuencias. Primero llegaron un novillo castaño y un burraco, animales resabiados y bravos. El segundo, que fue buscando a los lados, obligó a un mozo a tirarse al suelo para no ser alcanzado antes de la curva.
Las otras dos reses de la ganadería maña se dejaron esperar, tardando casi dos minutos en salir de los corrales de la calle Mayor. El jabonero llegó al final de la Carretera de Estella chocando contra la barrera. El negro se mostró más noble y lento llegó tranquilo, sin casi mirar a los corredores.
En el encierro de reses bravas de la tarde, resultó herido un joven de 24 años, A.C.A, natural de Pamplona, que fue embestido en la calle Mayor por uno de los animales que le golpeó contra la pared. Sufrió una contusión costal y un enfisema subcutáneo con posible fractura costal. Fue trasladado por Ambulancias del Olmo al hospital de Calahorra. Otro joven sufrió abrasiones múltiples.
Información de Mari Paz Gener para Diario de Navarra.