TRES MIL PERSONAS SE DIERON CITA EN LA TRAÍDA DE VACAS DE CINTRUÉNIGO

Los más jóvenes disfrutaron recortando a las vacas.

Los más jóvenes disfrutaron recortando a las vacas.

Se soltaron diez reses, que provocaron 18 atenciones por heridas, traumatismos o contusiones leves.

La tradicional traída de las vacas por el río Alhama de Cintruénigo reunió ayer a cerca de 3.000 personas, entre vecinos y visitantes, en una edición marcada por la reducción del trayecto que realizan las reses en casi 300 metros. Las vacas no salieron, como era habitual, de la zona del Medidor por el cauce del río porque se encuentra lleno de vegetación debido a las riadas de invierno, sino que se soltaron en la zona de las Espeñas, donde se instaló un corral portátil y se prepararon unas zonas para refugiarse los aficionados.

El espectáculo se saldó con 18 atendidos, todos ellos de carácter leve -10 por traumatismos y contusiones, 2 por contusiones y 6 por heridas-. Uno de ellos, el cirbonero F.G.A., de 28 años, fue trasladado al hospital de Tudela tras caerse y sufrir un traumatismo en brazo y hombro. Tras ser atendido en el centro hospitalario fue dado de alta.

Otro joven de Cascante, que sufrió una caída en la zona del Paretón, recibió atención en el hospital de campaña que instaló Cruz Roja y su pronóstico también era leve.

Más seguridad

Las vacas salieron desde un camión para dirigirse al ruedo de las Espeñas donde les esperaban los aficionados, que ya ocupaban por completo las pirámides de pacas de paja que se colocaron. Entre las 10 reses que se soltaron destacaron por su bravura una negra y otra colorada. Se trató de una edición tranquila, quizás con menos gente que en otras ediciones y con las vacas generalmente agrupadas.

Así se cumplía con el objetivo de que no se escapasen. La nota más destacada fue que los animales estuvieron durante mucho tiempo metidos en la parte del río que limita el recorrido, con lo cual el público situado en el Paretón casi ni los vio.

En general, el festejo adoleció de emoción, y es que a medida que se implementan más medidas de seguridad, la vistosidad del espectáculo se resiente. “Nada que ver con lo de antes”, dijeron unos veteranos de este acto, si bien la juventud disfrutó de lo lindo.

En el dispositivo de seguridad, coordinado por el jefe de la Policía Local Rafael Rández, participaron, además de miembros de esta policía, Protección Civil, la brigada municipal, 50 voluntarios de Cruz Roja, Guardia Civil y Policía Foral.

Información de P. Romera para Diario de Navarra.

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