TENTADERO CIEN POR CIEN NAVARRO EN LA PLAZA DE TOROS DE CINTRUÉNIGO

De izda a dcha., Quique Ríos, José Luis Pérez Gil, José Luis Casaús, Álvaro Palacios, Francisco Marco, Roberto Armendáriz, Javier Marín y Toñete.

De izda a dcha., Quique Ríos, José Luis Pérez Gil, José Luis Casaús, Álvaro Palacios, Francisco Marco, Roberto Armendáriz, Javier Marín y Toñete.

Francisco Marco, Roberto Armendáriz y Javier Marín lidiaron cinco vacas de Macua.

Organizado por el Club Hípico Tudela Bardenas, la plaza de toros de Cintruénigo acogió durante la mañana de ayer un tentadero completamente navarro, ya que tanto los diestros como la materia prima procedían de esta tierra. Bajo una soleada mañana y ante un centenar de aficionados, Francisco Marco, Roberto Armendáriz y Javier Marín se las vieron  con cinco añojas avanzadas de Jesús Macua, criador de bravo de Navarra. Estuvieron auxiliados por los subalternos navarros Pablo Simón y David Casanova, y por el guipuzcoano Asier Echániz, que realizaron con profesionalidad su labor.

En los tendidos, muchas caras conocidas, como la del rejoneador olitense Ángel Equísoain, la del calagurritano Chomin Domínguez o las de José Luis Pérez Gil y José Luis Casaús, vocal y presidente del Club Hípico Tudela Bardenas, entre otras.

La primera becerra de la mañana tuvo calidad, fijeza y durabilidad. A Francisco Marco le sirvió, sobre todo, para comprobar su estado físico después de la operación de su hombro izquierdo. Y lo cierto es que ofreció un recital de temple y mando. La toreó por derechazos, naturales y ayudados, y acabó jugando con ella, llevándola por donde él quería. Tras su intervención, fue el becerrista Antonio Catalán “Toñete” quien le robó un par de tandas por cada pitón. Y todavía la becerra aguantó después el toreo a caballo de Roberto Armendáriz sobre Delirio y de Quique Ríos, joven rejoneador riojano, de 19 años, que montó a Único y Pitingo.

La segunda añoja resultó asimismo buena y le sirvió a Roberto Armendáriz para una puesta a punto de sus nuevas monturas, tales como Corazón, un castaño de su hierro, y Litri, que dieron muestras de la proyección que atesoran. Además, el toreo con Grano de Oro, Delirio y Clarín provocó los aplausos del público. Terminada la actuación del rejoneador de Noain, salió al ruedo la más joven promesa del toreo navarro, Juan José Luri “El Luri”, de 14 años y natural de San Adrián. Salió al ruedo a por todas y se lució con un decidido toreo en redondo.

A partir de aquí, el tentadero decreció en interés. El novillero Javier Marín no fue profeta en su tierra, le correspondió una becerra, la tercera, muy complicada por ambos pitones, ante la que muy poco pudo hacer el joven cirbonero.

La cuarta fue asimismo muy complicada. Marco lo intentó pero tuvo que tirar pronto la toalla. Y la quinta se rompió un pitón desde la cepa, después de ser toreada a caballo por Armendáriz. Por lo menos, cuando iba a ser retirada, Marín pudo quitarse en parte la espina clavada, ya que se lució en una serie muy templada con la diestra.

Terminado el tentadero, las III Jornadas del Caballo en el Toreo se clausuraron con una comida de hermandad en la que se dieron cita medio centenar de aficionados.

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