Desde Cádiz, llegaron ayer al mediodía después de cinco años de ausencia de este hierro y ofrecieron un peso medio de 556 kilos.
Tras cinco años de ausencia, toros marcados con el hierro de Núñez del Cuvillo volvieron ayer a pisar los corrales del Gas. Siete ejemplares, todos cinqueños salvo el 50 y el 205, fueron desembarcados durante el mediodía de ayer en uno de los corrales, que una hora después fue precintado, por lo que no se permitió a los medios de comunicación ealizar fotografías de los toros, con el fin de que éstos se fuesen tranquilizando. Sin embargo, durante el desembarque un miembro de la comisión taurina de la Meca no paró de tirar fotos. Será que su cámara quita los nervios a los astados. Las imágenes que aquí aparecen han sido realizadas por esa máquina de fotos monopolizadora.
Pese a ello, Policía Foral emitió un informe en el que figuran las señas de siete toros, con un peso medio de 556 y una diferencia entre el más y el menos pesado de 110 kilos. Las señas son las siguientes:
Bobito, número 8, castaño, de 510 kilos; Ilustrado, 15, colorado, de 595; Novelero, 50, castaño, de 520; Jaranero, 78, negro, de 550; Novelero, 132, negro mulato, de 620; Jugador, 136, negro mulato, de 575; y Asustado, 205, negro mulato listón, de 525 kilos.
Estos toros serán lidiados el 13 de julio por Sebastián Castella, Miguel Ángel Perera y Andrés Roca Rey.