En cuanto a la materia primera, fueron tres las ganaderías navarras que lidiaron en su tierra a lo largo de la temporada, todas con buenos resultados.
El lodosano José Antonio Baigorri estuvo presente en dos festejos, ambos de erales, con sus dos hierros: Ganadería de Pincha lidió en San Adrián y El Tolco, en Lodosa. Por su parte, Santafé Martón, de Villafranca, lidió una novillada de erales en el citado ciclo del Espárrago de Oro, y otra de utreros en Cintruénigo, encierro al que se le cortó cuatro orejas y que permitió el triunfo de Javier Marín y Alejandro Pavón.
Por último, Pablo Hermoso de Mendoza, en su versión ganadera, debutó con utreros en Navarra en la plaza de Tafalla; su novillada, bien presentada, ofreció un juego dispar y permitió el triunfo rotundo del mexicano Antonio Lomelín.
Y fue esta plaza de toros, la tafallesa, la que conmemoró sus 125 años de historia, desde su inauguración en un lejano 1888, con una corrida de Victorino Martín, que dejó poco para la historia, salvo el prestigioso nombre ganadero.