RAFAELILLO: “PAMPLONA FUE UN GOLPE DE EFECTO, PERSONAL Y PROFESIONAL”

Estocada de Rafaelillo el pasado 14 de julio en Pamplona al primer toro de Miura de su lote. Fotografía: Javier Arroyo.

Estocada de Rafaelillo el pasado 14 de julio en Pamplona al primer toro de Miura de su lote. Fotografía: Javier Arroyo.

El matador de toros murciano asegura que todo cambió a mejor tras su triunfo en San Fermín frente a un lote de Miura.

Rafaelillo toreó en Pamplona el pasado 14 de julio. Le cortó una oreja a cada uno de su lote, ambos de Miura, y salió a hombros. Pero, triunfo aparte, para el diestro murciano, fue una tarde muy especial, que guarda en su memoria, porque, a partir de ella, su temporada dio un giro positivo y, sobre todo, porque “me liberé”.

“Está claro que esas lágrimas sentado en el estribo tienen un porqué, por todo lo que llevaba acumulado ahí como persona y como torero. Había muchas cosas acumuladas. Al final el torero es una persona, somos muy especiales y muy sensibles, y todo lo que estaba viviendo estaba siendo difícil: las ausencias, las cosas no se estaban dando, la mala suerte en los sorteos, la trágica pérdida de un compañero como Iván Fandiño, la dureza de la vida, de la profesión, del toreo… Todo estaba ahí. Por eso creo que lo de Pamplona fue un golpe de efecto a nivel profesional y también personal. Me liberé. Se liberó el torero y, sobre todo, la persona”, reconoce en una entrevista publicada en el semanario ‘6 Toros 6’.

Y continúa explicando la importancia de esa tarde en la capital navarra, incluido esas lágrimas sentado en el estribo. “Tenía que triunfar sí o sí, encontrarme a mí mismo y remontar, superar todas esas complicaciones y adversidades que se estaban acumulando en mi interior, y por eso cuando terminó mi segundo toro fue un momento para mí muy íntimo: me senté en el estribo, me vacié y me liberé, y fue esa la emoción que solté y me puse a llorar de todo lo que llevaba acumulado. A partir de ahí, qué casualidad, cosas de la vida, la temporada cogió una inercia totalmente distinta y en todas las plazas en que he toreado, en todas he triunfado, he puntuado y he dado un nivel alto. Pero hasta ese momento sí es cierto que estaba pasando por una circunstancia difícil”.

A lo largo de la citada entrevista, el espada vuelve a hacer hincapié en la importancia de la tarde de San Fermín. “(…) A partir de Pamplona, todas las tardes han sido de triunfos en plazas de primera y de tercera. Creo que han sido siete orejas en cuatro corridas en plaza de primera a partir de Pamplona y, aparte de hacer cosas importantes, hay que mantener una regularidad muy alta (…)”.

Rafaelillo cerró la temporada con dieciséis corridas de toros (dos de ellas en Las Ventas) en las que lidió y estoqueó 35 toros y cortó 22 orejas.

This entry was posted in Actualidad and tagged , , , , , , . Bookmark the permalink.

Comments are closed.