Posada de Maravillas liándose el capote de paseo en Pamplona.
“En estos cinco meses que han pasado desde el percance he tenido muchas dudas de si volvería a coger una muleta”, señala el novillero extremeño.
“Me gustaría mentirte y decirte que he sujetado la muleta cinco minutos pero tan sólo han sido cinco segundos. Hasta ahora no había sido capaz de sostenerla, me quedaba sin energía y me caía del esfuerzo que tenía que hacer”. Son palabras del novillero extremeño Posada de Maravillas, quien se encuentra recuperándose de la cornada que sufrió en la plaza de toros de Pamplona hace ahora cinco meses.
Aquel percance, acontecido el 5 de julio y provocado por un corte con la espada, le ocasionó la sección de los tendones flexores de la mano derecha además de lesionarse el nervio y la arteria cubital a la altura de la muñeca. Tras dos intervenciones y un calvario en forma de rehabilitación, Posada de Maravillas asegura a Aplausos.es: “En todo este tiempo de recuperación he tenido muchas dudas de si volvería a coger una muleta”, confiesa antes de añadir: “Sinceramente pensaba que estaría bien en uno, dos o tres meses pero son ya cinco los que llevo y es un verdadero calvario”.
“Lo de no poder torear -continúa Posada de Maravillas- ha pasado a un segundo plano. Lo peor que llevo son los dolores tan fuertes y las noches sin poder dormir. Llevo una escayola que me estira los tendones para que los dedos poco a poco se vayan estirando y es una situación muy dolorosa”, afirma.
A pesar de que el doctor Ángel Hidalgo, cirujano jefe de la plaza de toros de Pamplona, pronosticó en un primero momento un periodo de recuperación de entre 4 y 6 meses, Posada de Maravillas tenía la esperanza “de que no iba a ser para tanto. Es muy jodido. Sinceramente, hubiera preferido que me pegara una cornada en el muslo que me hubiera tenido parado un mes o mes y medio y ya está pero esto…”.
El próximo mes de diciembre, Posada de Maravillas pasará de nuevo consulta médica con el objetivo de retirarle la escayola. “Los médicos dicen que la recuperación va bien aunque, eso sí, los pasos que voy dando son muy lentos. Cuando he cogido hoy la muleta me ha dado una alegría tremenda por haber despejado esas dudas que tenía. Han sido cinco segundos pero espero que mañana sean seis y al otro siete…”, concluye
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX