El estellés Álvaro Domínguez, que corrió el encierro de novillos en bicicleta, sostiene que no fue un acto voluntario, sino que salió a hacer un recado, el tiempo se le echó encima y que abandonó el recorrido en cuanto vio que no ponía en peligro a nadie. Pese a ello, lo más probable es que sea sancionado con 600 euros.
Álvaro Domínguez Sánchez afrontaba ayer con gesto serio esta entrevista. Y accedió, quiso dejarlo claro, para aclarar por qué el martes corrió el encierro de novillos de Estella en bicicleta, en ningún caso para justificarse o arrogarse con más protagonismo del que ya tiene por su imagen en el tramo final de la calle Mayor, tras recorrer más de 400 metros del recorrido. Un acto, que insistió una y otra vez este cocinero natural de la ciudad del Ega y de34años, no fue una gamberrada, sino un despiste garrafal y un mal cálculo del tiempo.
¿Quéocurrió entonces?
Fui a pasar de la Navarrería, donde vivo, hasta el puente del Azucarero para hacer unas gestiones en el banco. Y, como todos los que me conocen saben, cogí la bici que la uso hasta en invierno. Tenía que cruzar la calle Mayor y entonces oí el cohete. Mi intención era no interceder ni molestar a los que venían de atrás corriendo, así que miré calle arriba y la vi totalmente vacía de gente. Así que comencé a pedalear con fuerza para tratar de salir en el primer hueco que pillara
¿Y por qué no frenó antes?
Porque comenzaron entonces a saltar del vallado corredores y yo lo único que quería era llegar a un lugar seguro donde dejar la bicicleta. Me obsesioné con escapar de allí sin molestar a nadie y la única salida que veía era llegar hasta la plaza Santiago y tirar para los porches.
Por suerte, nadie resultó herido
Es que, a pesar de lo que se diga, yo traté por todos los medios de no atropellar a nadie, así que iba frenando y esquivándolos hasta que llegué a la plaza y por fin pude frenar. Y un hecho que demuestra que no fue una gamberrada es que en ningún momento me di a la fuga, sino que me detuve en los porches y pedí disculpas a los corredores porque debía asumir las culpas de lo que había sucedido. Mucha gente lo vio. Ni tampoco rehuí a la policía
¿Pero de verdad era imposible salir de allí antes?
Sin molestar a nadie y crear aún más peligro, sí. Lo más fácil para mí hubiera sido tirar la bici en medio del recorrido y salir por el vallado. Pero entonces sí que hubiera creado una situación grave tanto para los corredores como para los novillos. Además, en esos momentos de tensión tampoco te da para analizar mucho más. Yo me obsesioné con que tenía que salir de allí lo antes posible y tiré calle arriba porque, repito, entonces no había corredores.
¿Y cómo lleva la repercusión pública de la que ha sido protagonista?
Bastante mal, la verdad, pero quisiera aprovecharlo para pedir de nuevo disculpas a corredores y también a la gente que se haya podido sentir disgustada por este hecho. Pero, vuelvo a insistir, no era mi intención ni muchísimo menos hacer una gamberrada. Yo mismo he sido corredor del encierro y sé los peligros que entraña.