PEDRO GTZ. MOYA: “LA DE PAMPLONA FUE UNA CORRIDA MUY REDONDA”

Roberto Armendáriz clava una banderilla al bravo ‘Tenerife’, al que le cortó las dos orejas, algo que ya había hecho con el primero de su lote. Fotografía: Javier Arroyo.

Para el criador de bravo salmantino, a los seis toros se les pudo cortar orejas, pues todos fueron toros “de triunfo” y especialmente el sexto, llamado ‘Tenerife’.

“Fue otra corrida muy redonda en la que también le pudieron cortar las orejas a los seis porque todos fueron toros de triunfo. Y eso, de verdad que es muy difícil que ocurra. A la regularidad que mostró este encierro le damos mucho mérito, porque eran animales con hechuras incluso destartaladas como gustan en esta plaza, con más de 600 kilos, pero que embistieron tanto e igual de enclasados en ritmo y velocidad que otros de hechuras mucho más afinadas, como pudieron ser los de Madrid”, declara Pedro Gutiérrez.

En una entrevista publicada en el semanario ‘6 Toros 6’, el criador de bravo salmantino se muestra muy ilusionado de cara al futuro. “Por eso, esa igualdad de genotipos ante una tan marcada diversidad de fenotipos es lo que nos tiene más ilusiona­dos de cara al futuro, porque vemos que los caracteres están muy fijados y son muy ho­mogéneos en todas las ramas de la ganadería, independientemente del tipo de plaza para la que sirvan. Eso de que vayan los veedores al campo y se den cuenta de que elijan el toro que elijan, en hechuras o no, va a ser igual su comportamiento, para mí como torero es al­go que me parece una bendición de Dios y, afortunadamente, en mi casa se da mucho La regularidad es lo que mantiene el triunfo del ganadero y debe de darse en todas las cir­cunstancias a las que se expone una camada”, concluye.

En esa corrida de Pamplona, lidiada el pasado 6 de julio, se lidiaron tres toros de El Capea y tres de San Pelayo (tercero, cuarto y sexto), que, salvo el primero, que se acabó muy pronto, embistieron con clase y bravura en diferentes medidas, sobre todo el sexto, Tenerife, que tuvo un son excepcional. Los lidiaron Pablo Hermoso de Mendoza (silencio y gran ovación), Leonardo Hernández (oreja y oreja tras aviso) y Roberto Armendáriz (cuatro orejas).