PABLO HERMOSO SE REENCUENTRA CON LA PUERTA GRANDE EN CÓRDOBA

El caballero navarro toreando con Ícaro en mínimos terrenos. Fotografía: González Arjona.

El caballero navarro toreando con Ícaro en mínimos terrenos. Fotografía: González Arjona.

El caballero navarro firmó una tarde triunfal, ya que cortó tres de las cuatro orejas posibles.

Ganado: Seis toros de Fermín Bohórquez, bien presentados y desiguales de juego; mansos, tercero y quinto, y buenos los restantes.

Rejoneadores: Fermín Bohóruqez (silencio y dos orejas), Pablo Hermoso de Mendoza (dos orejas y oreja) y Diego Ventura (oreja y dos orejas).

Incidencias: Plaza de toros de Los Califas (Córdoba). Menos de media plaza. Tarde de bochorno. Cuarta y última de la Feria de la Salud. Los tres rejoneadores salieron a hombros.

Pablo Hermoso de Mendoza se ha reencontrado esta tarde con los triunfos de puerta grande, ya que ha conseguido salir a hombros en la plaza de Los Califas, después de rubricar dos soberbias actuaciones.

A su primero lo fijó con mucha delicadeza con Napoleón. Lo recortó a placer partiendo al toro en su viaje. Tras un rejón, se pasó a banderillas y con Berlín toreó metido en el tercio a dos pistas. El caballero navarro lo cosió literalmente al estribo y lo llevó metido haciendo con él lo que quiso. Seguidamente, con Ícaro ofreció los pechos y clavó arriba cada banderilla a un toro que acortaba su empuje. Para el final, montó a Pirata y terminó de culminar una buena obra. Con él, carrusel de cortas, par a dos manos de cortas y rejonazo. Dos orejas.

También exigió mucho a su segundo oponente en el recibo, al quinto de la tarde. Le apretó con la grupa por uno u otro pitón. Estuvo muy bien desde el inicio con Churumay pero aún mejor con Berlín. Grande lo realizado con este caballo que hizo honor a su nombre y fue todo un mago. El jinete estellés continuó su notable faena con Dalí, con el que dejó los palos reunidos en todo el morrillo, adornándose al salir. Estuvo elegante y eficiente llegándole mucho al toro y poniendo todo de su parte. Las cortas a dos manos, con Pirata, resultaron muy brillantes. Tras un pinchazo, terminó con un rejón certero y cobró una oreja, la tercera de la tarde en su haber.

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