PABLO HERMOSO, DE VACÍO EN MÉXICO POR SEGUNDA VEZ CONSECUTIVA

Hermoso, ejecutando la hermosina con ‘Disparate’ en la plaza de Texcoco.

No consiguió trofeo alguno en la plaza de Texcoco por fallar con el rejón de muerte.

Ganado: Dos toros para rejones de Los Encinos, bien presentados y de buen juego, primero y cuarto, éste premiado con arrastre lento, y cinco de San Diego de los Padres, el séptimo de regalo, desiguales de juego.

Toreros: Pablo Hermoso de Mendoza (silencio y palmas), Eulalio López “Zotoluco” (oreja, silencio y dos orejas en el de regalo) y Fermín Rivera (silencio en ambos).

Lugar y fecha: plaza de toros Silverio Pérez de Texcoco, estado de México. 5 de abril.

Incidencias: Lleno de “agotado el bojetaje”. Tarde calurosa con algunas ráfagas de viento. Zotoluco salió a hombros.

Pablo Hermoso de Mendoza volvió a llenar la plaza Silverio Pérez de Tecoco, pero, como el día anterior en Tequisquiapán, la abandonó a pie, sin haber cortado trofeo alguno por fallar con el rejón de muerte.

Toreó con mucha clase al que abrió plaza, de comportamiento complicado, muy agarrado a sus terrenos y brusco y violento en sus embestidas. Pese a ello, realizó una buena faena, sobre todo con Duende y Dalí en banderillas. Pero en el tercio final, con una nula la colaboración del astado, al estellés se le fue la mano, dejó un rejón en muy mal sitio y emborronó así todo lo hecho anteriormente.

Al cuarto, un muy buen toro, con kilos, lo cuajó de principio a fin. En banderillas, Disparate ofreció otro recital de toreo; lo templó, se lo llevó a lo largo del anillo pegado a su cola y a su grupa y ejecutó las mejores hermosinas que se pueden imaginar. La faena, muy entonada, caló fuerte en los tendidos texcocanos. Terminó su labor con un rejón en todo lo alto aunque algo trasero. El toro rodó sin puntilla. Pero hubo voces disconformes con un inicio de petición y todo quedó al final en unas palmas, injusto resultado para lo que se había presenciado en el ruedo.