Tras matar a su segundo, tuvo que pasar a la enfermería, donde le inmovilizaron un brazo y le administraron medicamentos para mitigar el dolor.
El rejoneador Óscar Lorente afrontó el domingo su tercer compromiso de la temporada; el escenario, la plaza guadalajareña de Atienza. Allí toreó mano a mano con Ferrer Martín. Ambos se enfrentaron a cuatro novillos de Bermardino Píriz, que salvo uno, no permitieron el lucimiento. El caballero navarro se encargó del primero y del tercero, y, tras matarlos, recibió sendas ovaciones, a las que correspondió saludando desde el tercio.
Pero, tras acabar con el segundo de su lote, tuvo que pasar la enfermería, porque sufrió un fuerte golpe al entrar matar. Le inmovilizaron un brazo, le administraron medicamentos para mitigar el dolor y le recomendaron una posterior revisión en la capital navarra.