Esta medida será recogida en el bando que, cada año, antes de San Fermín, dicta el alcalde Pamplona.
El bando que cada año antes de San Fermín dicta el alcalde de Pamplona será finalmente el documento en el que se establecerá que los participantes en los encierros deben obedecer las instrucciones que en cada momento de los pastores.
Con esta alusión al importante papel que juegan los pastores en el principal acto de las fiestas de la capital navarra, la mesa del encierro reunida ayer quiso además respaldar el trabajo que los pastores realizan para conseguir que la carrera transcurra sin incidentes.
El reflejo que el bando de alcaldía hará sobre el personal técnico que trabaja en los encierros implicará también la posibilidad de que se pueda sancionar a quien no obedezca sus instrucciones.
Una imputación
La figura del pastor tomó un mayor protagonismo el año pasado cuando en el encierro del día 12 un corredor valenciano sufrió, a consecuencia del varazo de uno de los pastores, la rotura de la nariz, y presentó por ello una denuncia.
La juez imputó a Vicente Martínez Lezano, Chichipán, que en el momento de prestar declaración aseguró que ni había golpeado intencionadamente al corredor, ni había lanzado el golpe para agredirle a él ni a otros.
La imputación del pastor, algo totalmente inédito en la larga historia de los encierros de Pamplona, es lo que ha llevado al consistorio a dejar sentado que quienes participan en los encierros deben obedecer sus instrucciones.
“Si no se incluye en la ordenanza es porque no iba a dar tiempo, por los plazos, para su aprobación antes de San Fermín, y por eso se va a reflejar en el bando”, explicaba ayer el concejal de Seguridad Ciudadana, Gabriel Viedma.
La única norma de la ordenanza del encierro que hace una referencia somera a los pastores es la que establece que todos los participantes “deberán atender las instrucciones de la Policía y del personal técnico que interviene en el desarrollo del encierro”. Sí es más explícito el Decreto Foral sobre el Reglamento de los espectáculos taurinos, que exige la presencia en los encierros de “un profesional taurino con un número no inferior a diez colaboradores voluntarios capacitados para impedir accidentes o limitar sus consecuencias, así como para acudir en socorro inmediato de quienes sufran cualquier percance”.
Ayer, todos los estamentos representados en la mesa del encierro cerraron filas en torno a los pastores y mostraron su total respaldo a la labor que realizan.
Encierros infantiles
En la reunión también se habló, aunque más a modo de reflexión y al hilo de la escasa representación que los corredores pamploneses tienen en los encierros (son apenas el 8 por ciento), de la posibilidad de potenciar a la cantera y recuperar los encierros txikis.
“Se ha dicho que en algunas comunidades se está modificando la normativa para propiciar que los menores puedan participar en encierros con ganados adecuados a su edad. En nuestro caso lo que habría que cambiar es una ley foral”, señaló Viedma.
Información publicada en Diario de Navarra.