El diestro estellés contó la ayuda de sus los tres subalternos de su cuadrilla: Manolito de los Reyes, Venturita y Pablo Simón.
De cara a su preparación para esta temporada, Francisco Marco tentó la semana pasada en la localidad cacereña de Cilleros doce machos de Joaquín Herrero, propietario de la ganadería El Madroñal, de puro encaste Murube. Para tan dura prueba, el diestro estellés contó con la ayuda de los tres subalternos de su cuadrilla: Manolito de los Reyes, Venturita y Pablo Simón. Todos ellos realizaron un alarde de resistencia y de profesionalidad en una jornada de tienta casi maratoniana.
El tentadero de los doce machos se llevó a cabo con ramas. Es decir, se enfrentaron a los astados sin engaños, a cuerpo limpio, sólo con la ayuda de ramas de encina, con las que pusieron a los machos en suerte del picador. Con ellas, asimismo, sacaron a los toros del caballo y tiraron de ellos hasta el burladero más lejano, con el fin de que quedaran colocados a la máxima distancia del picador y poder comprobar de nuevo sus arrancadas.
De los doce machos, sólo aprobó dos el ganadero. Éstos los pudo torear Marco con la muleta y resultaron extraordinarios. El espada navarro pudo desplegar ante ellos todo su repertorio torero, en dos faenas largas y variadas, por ambos pitones, bañadas de firmeza y de temple. Se sucedieron las tandas de muletazos largos, hondos, de mano baja, repletos de torera madurez.
Finalmente, el largo tentadero satisfizo tanto al ganadero como a los toreros navarros, que se sometieron a un exigente puesta a punto de cara a esta temporada.