LA DE CEBADA, UNA CORRIDA MÁS QUE APTA PARA PAMPLONA. OPINIÓN

Amante. Número 101.

Amante. Número 101.

Es difícil predecir que va a ocurrir esta mañana, pero se puede evitar una injusticia.

Los ocho toros que trajo el domingo Cebada Gago a Pamplona forman un conjunto más que apto para Pamplona, desde mi visión de aficionado. Estamos hablando de la séptima vacada de bravo que más veces ha lidiado en la capital navarra. Excepción hecha de 1997, que no tenía corrida, lleva lidiando ininterrupidamente desde 1985. Acumula siete premios de la Feria del Toro y cuatro trofeos Carriquiri (¡mira si éstos eran pequeños y el renombre que alcanzaron!) al toro más bravo. No está mal, nada mal. Uno de sus propietarios declaraba recientemente: “Pamplona es la plaza más importante para nuestra temporada”. Y es cierto. Toda persona que conoce a Salvador y a José sabe que se esmeran al máximo de cara a la corrida que van a traer a San Fermín. Y nunca decepcionan.

Aviador. Número 17

Aviador. Número 17

Y todo aficionado sabe asimismo lo que hoy en día cuesta criar un toro de lidia, como para que, encima, los ganaderos se encuentren con mazazos de rechazos veterinarios.

Yo soy informador taurino, no veterinario y, por tanto, carezco de sus conocimientos técnicos. Ahora bien, como ellos, soy licenciado universitario y me interesa todo, todo, absolutamente todo lo que rodea al toro de lidia; por ello, siempre intento informarme y aprender más. No voy a poner en duda ni los conocimientos ni la profesionalidad del equipo veterinario, aunque sabemos que la mayoría no son convencidos aficionados a la Fiesta ni ven demasiados toros durante el año.

Castañuela. Número 92

Castañuela. Número 92

Lo cierto es que el toro de Cebada Gago no es voluminoso, grande; todo lo contrario; por ello, han tomado el nombre de cebaditas, por sus hechuras y, con ironía, por su picante. Sería una locura que un toro de este hierro pesase más de seiscientos kilos, como los sería que un miura diese en la báscula 480 kilos. Y, sobre todo, hay que tener en cuenta que los toros se pesan en Pamplona al ser desembarcados y que todo toro de lidia durante el viaje en camión pierde treinta o cuarenta kilos, peso que irá recuperando a medida que pase el día en el corral, comiendo y bebiendo.

Dolorido. Número 30

Dolorido. Número 30

Vi los ocho cebadas en el Gas, de variadas capas, y tenían cara; las astifinas defensas de algunos se asemejaban a un par de puñales. Y respecto al peso, voy a ofrecer dos ejemplos. Para la feria de 2005, Cebada Gago trajo ocho toros; en el Gas arrojaron estos pesos en la báscula: 490, 485, 485, 505, 480, 500, 495 y 495 kilos. Todos fueron aprobados. Seis de ellos, por la tarde, ofrecieron una magnífica corrida de toros; Marco cortó una oreja; Robleño, otra y López Chaves dio dos vueltas al ruedo. Tres toros fueron aplaudidos en el arrastre. Y no olvidemos que el toro de lidia se crea para eso, para la lidia, no para el encierro u otro tipo de exhibiciones.

Dudoso. Número 68

Dudoso. Número 68

Pepe Herraiz escribió lo siguiente en este periódico: “Cebada Gago trajo a Pamplona y lidió una corrida de toros. Hubo materia prima cornúpeta para crear espectáculo. Una corrida de toros es, como su nombre indica, media docena de astados con presencia, armonía, con casta, con lo que hay que tener. Los cebadas, además de esas cualidades, tenían variedad de pelaje, astifinas defensas, movilidad, nobleza encastada…”.

Y el segundo ejemplo. El año pasado llegó a Pamplona un cebada marcado con el número 94. No fue reseñado oficialmente pero pasó el reconocimiento. Este año ha vuelto, ya como cinqueño, en el segundo envío, el de tres e, inicialmente, lo han rechazado.

Estudioso. Número 11

Estudioso. Número 11

Que impere la cordura y tengamos la fiesta en paz. Rechazar esta corrida supone, además, dejar en entredicho a la empresa, a su comisión taurina y a su veedor, que fueron quienes la reseñaron en el campo o debieron hacerlo. El aficionado quiere cebadas. Cebada quiere lidiar. Alterar el cartel del día 9 no va a traer más que problemas. Y, precisamente, en fiestas, éstos se quieren aparcar. Por ello, sigo apostando por los cebadas para la tercera de la Feria del Toro, con mayúsculas, no lo olvidemos.

Madrileño. Número 80

Madrileño. Número 80

Juguete. Número 23

Juguete. Número 23

This entry was posted in Actualidad, San Fermín 2013 and tagged , , , , , . Bookmark the permalink.

Comments are closed.