Jon Mendoza, en el centro de la imagen, con camiseta blanca y una especie de pegatina en el pecho. Fotografía: Calleja.
Diario de Navarra ha pubicado hoy la primera entrevista a Jon Mendoza, el joven que resultó herido de extrema gravedad en el montón del encierro del 13 de julio.
Sentado en la silla junto a la cama, tranquilo, sonriente y con las piernas cruzadas. “Me encuentro mejor”, afirmaba ayer Jon Jerónimo Mendoza Ruiz, vitoriano de 19 años. Algo más de 72 horas antes, sufría en la plaza de toros un aplastamiento que casi le cuesta la vida. A media mañana, acompañado de dos familiares, Mendoza presentaba un buen aspecto, a pesar de los hematomas en su rostro, que evidencian el gran peso que tuvo que soportar durante la tragedia. Tres días después, se recupera “muy favorablemente” de las heridas que le produjo el montón del encierro del día 13.
Esta mejoría ha motivado que dejara atrás su paso por la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), donde pasó las primeras horas, y que ahora ya se recupere en planta, en el Hospital de Navarra. “Estoy bien”, respondía. Sus familiares lo confirmaban, aunque subrayaban la importancia de que el proceso de recuperación siga su curso y velan por el reposo del joven. “Ahora lo importante es que él esté tranquilo y pueda ir poco a poco volviendo a la normalidad”, indicaban.
Agradecidos a los servicios sanitarios, cuya actuación, desde la plaza al hospital, permitió salvar la vida de Jon, sus allegados se mostraban críticos con las personas que lanzan objetos a los corredores que entran al coso, antes de que lleguen los toros. “Lanzan de todo y eso hace que la gente se frene. No avanza, se paran, bloquean a los que vienen por detrás y hay más riesgo de que pasen cosas como la del sábado”.
En un reportaje para El Correo, se narraba la experiencia sanferminera de este joven gasteiztarra, estudiante de Arquitectura en el campus de San Sebastián de la UPV. Jon Mendoza llegó a Pamplona el pasado viernes 12 por la tarde. Tenía un triple objetivo en su cabeza: conocer la fiesta, reecontrarse con sus primos (repartidos entre Navarra y Álava), y que habían organizado una cena en la capital navarra, y por último cumplir su sueño de participar en el encierro.
Llegó en tren a la estación, donde le esperaban varios de sus primos (iba a dormir en casa de uno de ellos) y junto a ellos realizó el clásico recorrido por varios de los actos más clásicos de los Sanfermines. Estuvo en la salida de las peñas de los toros, en los puestos ambulantes y en la tómbola.
También salió de noche, aunque sus allegados declaraban que el joven no consumió alcohol. “Si lo hubiera hecho, le habríamos prohibido salir a correr el encierro. Hubiera sido la excusa perfecta para quitárselo de la cabeza”, indicaba un familiar. Sin móvil y sin cartera, con el pañuelo en la muñeca, se adentró en el recorrido junto al novio de una prima, que ya había corrido en otras ocasiones anteriores. La fatalidad provocó que quedara atrapado en el montón, de donde fue rescatado en estado de “extrema gravedad”.
Afortunadamente, la evolución que presenta su estado en estos tres días ha esperanzado a familia y amigos, que ya pueden charlar con el joven vitoriano con total normalidad.
Una información de N. Gorbea y Carmen Remírez para Diario de Navarra.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX