El matador de toros peruano sufrió un percance el pasado 22 de septiembre en la plaza albaceteña de Munera
Joaquín Galdós evoluciona favorablemente del percance que sufrió el pasado 22 de septiembre en la plaza de toros de Munera. El diestro peruano fue atendido por un corte en un pie causado por su propia espada. La herida, según detalla el doctor Crespo, ‘no presenta signos de infección’, por lo que se le ha retirado el drenaje. Joaquín Galdós tendrá que permanecer en reposo absoluto durante cuatro días más, ‘sin poder estar en condiciones de torear en los próximos diez días’. Así pues, el peruano no podrá cumplir con el compromiso de este domingo en Corella, siendo su intención la de reaparecer en Las Rozas el próximo 5 de octubre.