Las reses respondieron a las características del ganado de la tierra y convirtieron el tentadero en serio y exigente. Fotografías: Hugo Quilis.
La actividad en las ganaderías no para a pesar del parón impuesto por el Covid-19. Así ocurre en la ganadería navarra de José Arriazu e Hijos, que mantiene viva la Casta Navarra y una importante factoría de ganado, con alrededor de 1.400 cabezas, y que en 2021 cumplirá medio siglo de existencia.
Mientras tanto, la actividad no cesa y estos días se están llevando a cabo las labores de selección. En esta ocasión, se juntó una terna de toreros jóvenes formada por Imanol Sánchez, el navarro Javier Marín y Román, que tomaba contacto por primera vez con reses de Casta Navarra. Fue un tentadero serio y exigente, que satisfizo a todos, a toreros y ganaderos.
Respecto a la ganadería, Víctor y Roberto Arriazu son los que llevan el día a día de esta ganadería navarra, situada en Ablitas, que hace verdaderos esfuerzos por mantener al máximo su explotación ante la brutal crisis que está pasando el sector por la pandemia del coronavirus, a la espera de que el Gobierno de Navarra lleve adelante las ayudas anunciadas para paliar la debacle económica, ayudas que tan sólo parchean esta situación, pero que tal y como reconocen los ganaderos navarros, “es de agradecer que la Administración foral haya tenido finalmente a bien tenernos en cuenta”.
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