Javier Antón pasea en triunfo el rabo del cuarto novillo en Cogollos de Guadix.
El matador de toros navarro salió a hombros el sábado después de cortar tres orejas y un rabo. Fotografías: Rogelio Burnao.
Ganado: Cuatro utreros de Hato Blanco, muy bien presentados, con cuajo y hechuras de toros y de juego dispar: el primero, áspero y con teclas que tocar; el segundo, manso, con querencia a tablas; el tercero, bravo y noble; y el cuarto, manejable pero soso, sin transmisión, diciendo poco.
Toreros: Salvador Cortés (silencio y dos orejas) y Javier Antón (oreja y dos orejas y rabo).
Lugar y fecha: Cogollos de Guadix, en Granada, 24 de agosto.
Incidencias: Más de media plaza. Tarde agradable, pero con rachas de viento. Festival. Actuó de sobresaliente Javi Ferres, que hizo un buen quite al segundo. Antón salió a hombros; Cortés, por el contario, a pie.
Interesante festival taurino el celebrado en la tarde-noche de ayer en la localidad de Cogollos de Guadix en la que Cortés y Antón se repartieron un total de cinco orejas y un rabo, pese a que los novillos no ayudaron mucho con su comportamiento, excepto el tercero, extraordinario.
Javier Antón estuvo toda la tarde muy decidido, desde que se abrió de capote en su primero, que no valió, hasta que mató al último, al que le cortó el rabo con mucha fuerza. Tiene este torero un concepto diferente de hacer el toreo y por momentos de manos bajas y sobre todo con mucho temple y técnica, cosa que empleó sobre todo en su primero para poderle cobrar esa oreja.
En su segundo ya su toreo fue mucho más rotundo porque tenía un animal que lo requería y el torero del norte así lo hizo. Faena de menos más que terminó con pases de mucha calidad. Torero este que se prodiga poco, pero que, visto lo visto, hoy puede funcionar a poco que se le den más toros.
Cortés, por su parte, estuvo dispuesto en su primero, pero el novillo no decía nada y el sevillano tuvo momentos de lucimiento con su buen corte, pero poco más. Ante su segundo hizo una faena muy interesante y firme, a un novillo muy bravo. El torero tuvo momentos de toreo de calado y arte, pudiendo siempre con el bravo animal. Con la zurda enjaretó momentos muy buenos de toreo de mucho calado. Y con la diestra completó una faena de mucha maestría. Bien por el sevillano en este interesante novillo.
Crónica y fotografías de Rogelio Burnao.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX