JAVIER ANTÓN: “PIDO A LA MECA QUE ME PONGA EN LA NOVILLADA DEL 5 DE JULIO”

Javier Antón cortó una oreja en la plaza madrileña de Las Matas

El novillero de Murchante, de 26 años, afronta su tercera temporada con picadores, una campaña decisiva de cara a una futura alternativa

-¿Cómo ha pasado el invierno?

– Entrenando. Han sido unos meses de mucha preparación, sobre todo en el campo. He matado algún toro a puerta cerrada. He intervenido en una docena de tentaderos, en Portugal, Extremadura, Sevilla Huelva, Cádiz y, especialmente, en Navarra, en las fincas de Martón, Domínguez, Baigorri y en la de mi padre.

– Estamos en mayo y ya ha toreado dos novilladas. ¿Es un buen inicio de temporada?

– Sí. Hemos apostado fuerte para torear temprano. Tenía que llevar ya tres novilladas en mi haber pero una se suspendió. De todos modos, a finales de este mes tengo otro compromiso y en junio hay varias cosas habladas, espero torear ese mes entre cuatro y seis novilladas.

-En esos dos paseíllos ha sumado una oreja. El estoque le ha privado de más trofeos. ¿Es su punto débil?

-Pude ser el triunfador de ambas. En Las Matas perdí dos orejas por no acertar con el acero y en Villamanta, también en Madrid, las cuatro posibles. Hice dos muy buenas faenas, tenía al público volcado conmigo pero… Por ello, ahora estoy entrenando con el estoque, para corregir fallos e intentar que esto ocurra lo menos posible. Por otro lado, sufrí una lesión en el dedo pulgar de la mano derecha que me molestaba bastante a la hora de manejar el estoque y que me hizo perder ese sitio que tenía cogido. Ahora, la lesión está ya superada e iré a por todas en la suerte suprema.

-Afronta su tercera campaña con picadores. ¿En qué cree que ha cambiado respecto a las anteriores?

– Me veo como un torero mucho más cuajado, más preparado. Entiendo mejor al animal, me siento más sereno en la cara del utrero. Sé instrumentar mejor las faenas. Soy un novillero mucho más maduro, en definitiva.

-¿Cómo considera la ayuda de su apoderado, Alfredo Osés?

– Es una persona que no había estado muy involucrada en el mundo del toro. Conmigo, lo está haciendo. Está realizando un derroche de voluntad. Entre los dos, nos compenetramos bien y juntos vamos abriendo camino.

-Desde su debut con picadores hace dos años, ha toreado ya trece novilladas. ¿Se considera preparado para mayores metas?

– Además de esos paseíllos, vestido de luces, he toreado también cinco o seis festivales. En comparación con otros novilleros, sé que no es un gran número pero he crecido como torero. Me veo con posibilidades para metas altas. Y más que lo voy a estar si se cumplen los planes previstos para esta campaña.

– ¿Qué espera de este año?

– Si Dios quiere, hacer una temporada larga para aspirar a la alternativa el año que viene, y especialmente torear en mi tierra, en Navarra. Quiero que aquí me vean torear. Me gustaría, y así lo pido, que los señores de la Casa de Misericordia me pusieran en Pamplona, en la novillada del 5 de julio, para que la gente viese mi toreo, más cuajado, más relajado. Lo que puedo asegurar es que, si esto ocurre, no defraudaré a nadie.