INDIGNANTE FINAL DE FERIA

El Juli logró el 14 de julio su segunda puerta grande pamplonesa.

El palco regaló la segunda oreja a El Juli, que hizo una buena faena ante un novillo con cara

El cuarto le asestó dos cornadas a Mora, una en el escroto y otra en un muslo, heridas de las que fue operado en la plaza

Ficha técnica.

Ganado Seis toros de Núñez del Cuvillo, de deficiente presentación, desiguales, con cara para tapar su presencia, y de muy pobre juego, salvo el quinto, un encastado novillo propio del 5 de julio, no del 14; en definitiva, un encierro para olvidar. Segundo, tercero y cuarto fueron pitados en el arrastre.

Diestros

Juan Mora: palmas y herido.

Julián López «El Juli»: silencio y dos orejas. Salió a hombros.

Sebastian Castella: silencio en ambos.

Presidencia. A cargo de Juan José Echeverría, asesorado por Jesús María Razquin y Fernando Moreno, mal, por regalar la segunda oreja del quinto y dar lugar así a una salida a hombros que nunca tuvo que producirse.

Incidencias. Lleno. Tarde nublada y agradable. Mora resultó herido de gravedad por el cuarto y fue intervenido en la enfermería. Magnífico ambiente en la plaza, en el final de feria.

Llegó el final de feria, de un ciclo muy pobre en resultados artísticos, pese a los premios concedidos por la empresa organizadora.

En honor a la verdad, tanto el destinado al mejor toro, el Carriquiri -perdón, don Nazario- como el de la Feria del Toro a la mejor corrida debieron quedar desiertos. Hubo toros que cumplieron en varas pero que defraudaron en la muleta y viceversa, pero ninguno completo. Respecto al mejor encierro, triunfó el tuerto en el país de los ciegos.

En cualquier caso, está claro que los toros de la última de feria no merecieron galardón alguno; todo lo contrario, se hicieron acreedores de un descanso indefinido. Lo cierto es que este hierro, sin Morante ni Manzanares, no pintaba nada en esa Pamplona que se enorgullece, o enorgullecía, de su Feria del Toro. Ayer falló el juego de la materia y, lo que es peor, falló sobre todo su presencia. La ganadería más pedida y deseada por las figuras, una de las cotizadas, de las más caras, no sólo decepcionó sin paliativos sino que indignó; lo demuestra ese trío de pitos en el arrastre para tres de los seis ejemplares, algo que no había sucedido en esta feria ni con las más deslucidas.

Y es que el movimiento de toros que hubo en los corrales refleja diáfanamente las exigencias de las figuras. Núñez del Cuvillo trajo ocho toros, uno fue rechazado, el llamado Fugitivo; oficialmente, llegó otro, de idéntico nombre; eso, oficialmente. En realidad, el movimiento de toros de Núñez del Cuvillo fue mucho mayor, y varios de ellos, hasta tres regresaron a su finca de origen; son los secretos de una feria que se caracteriza por la falta de información, por el casi oscurantismo, a veces, de la empresa.

Hubo baile de toros, porque las figuras, como Julián López «El Juli», que lo es, sin duda, exigen que los sobreros sean del mismo hierro que los titulares. Y ante este detalle, nada que objetar, que para eso son figuras.

Lo penoso es que una figura indiscutible del toreo como el madrileño tenga que triunfar en Pamplona con un regalo presidencial y después de haber realizado una buena faena, merecedora de una oreja, frente a un… novillo astifino, propio de la primera de abono y no de esa «feria del toro». Y lo peor de todo, lo más cabreante, es que nadie lo protestó por su presencia ni pidió su devolución.

A este gatito, El Juli lo toreó con su habitual poderío y limpieza por ambos pitones. Fue un trasteo que embelesó a un público que quería premiar a toda costa en el cierre de su feria. Pero ya, sólo por la estocada -trasera y desprendida-, el trofeo no debía ser doble. En fin… triunfos fáciles en una plaza de primera con concepto de cuarta categoría es decir, completamente pueblerina, con todos los respetos para el ámbito rural.

Respecto a Mora, herido por demasiado confiado, dejó en su regreso el mejor toreo a la verónica de la feria, que no es poco.

Por último, Castella quiso pero no pudo. Y es que todo lleva a reflexionar sobre si realmente este año ha existido la otrora célebre Feria del Toro.

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