IGNACIO CÍA: “SIEMPRE HEMOS INTENTADO OBTENER LOS MEJORES BENEFICIOS, TANTO ARTÍSTICOS COMO ECONÓMICOS”

De izda. a dcha., Vidal Pérez Herrero, Antonio Purroy, Ignacio Cía y Carlos Buxadé. Fotografía: Pablo Lasaosa para Navarra.com

De izda. a dcha., Vidal Pérez Herrero, Antonio Purroy, Ignacio Cía y Carlos Buxadé. Fotografía: Pablo Lasaosa para Navarra.com

El ex director de la Casa de Misericordia de Pamplona ha disertado sobre la gestión de las plazas toros, uno de los temas de la sesión vespertina de las X Jornadas sobre el Ganado de Lidia.

La sesión vespertina de las X Jornadas sobre el Ganado de Lidia ha comenzado con una mesa redonda sobre la gestión de las plazas de toros. Uno de los ponentes ha sido Ignacio Cía, quien fue director de la Casa Misericordia de Pamplona durante varias décadas y actualmente ocupa un puesto en la comisión taurina de esta institución benéfica.

En su estilo, exento de tapujos, directo, ha sido claro. “Siempre, como todas las empresas, hemos intentado obtener los mejores beneficios, tanto artísticos como económicos. Sin embargo, a la hora de estudiar los precios de las entradas hemos considerado fundamental que resultaran los más asequibles posibles para nuestro público, al cual estamos muy agradecidos por su lealtad”.

Cía se ha referido asimismo a la confección de los carteles de San Fermín. “A la hora de montar el espectáculo, justamente porque la mayoría de los aficionados son navarros, queremos ofrecer lo mejor, aunque muchas veces no resulta posible. Tampoco tenemos en cuenta el DNI para confeccionar los carteles y sólo nos fijamos en los méritos de los actuantes. No siempre coincidimos con todos los gustos porque, cuando alguno de éstos desequilibra nuestro esquema empresarial, no tenemos más remedio que velar por el bien de nuestra institución. También, cómo no, nos equivocamos y de verdad que lo lamentamos”.

El ex director de la Meca ha explicado que hasta 1921 la organización de la feria de San Fermín corrió a cargo de la Comisión de Fomento del Ayuntamiento de Pamplona y que, a partir de 1922, año de inauguración de la actual plaza de toros, se hizo cargo la entidad benéfica pamplonesa. Asimismo,  ha dedicado una buena parte al veedor de la casa, a El Potra, llamado Miguel Criado Barragán. “Se encargó hasta fu fallecimiento, en agosto de 2003, de encontrar lo mejor de lo mejor, de todos los toros que pastan en el campo bravo. D. Miguel también colaboraba estrechamente en la contratación de los toreros, ya que sus extensas relaciones y cualidades humanas facilitaban dicha labor. En sus últimos años, contó con la ayuda de su hijo, también Miguel, veterinario profesional y éste, junto a su hijo, también Miguel, lo vienen haciendo con el mismo acierto que lo hizo su padre y su abuelo”.

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