Cortó las dos orejas del segundo de su lote y su caballo Ícaro a punto estuvo de sufrir un serio percance.
FICHA TÉCNICA:
Plaza: portátil, en Villahermosa (Tabasco).
Ganado: un toro de Puerta Grande, segundo, otro de Jorge Hernández, quinto, ambos para rejones, y cuatro de Armilla Hermanos.
Alejandro Amaya: palmas y dos orejas.
Pablo Hermoso de Mendoza: palmas y dos orejas.
Xavier Ocampo: oreja y dos orejas.
Incidencias: Lleno. Pésimo estado del piso, muy resbaladizo.
Con otro lleno, dos orejas y una nueva salida a hombros, Pablo Hermoso de Mendoza concluyó el domingo pasado en Villahermosa su mini gira por el sureste de México. Fue un festejo en el que tuvo que enfrentarse a dos toros, el primero de Puerta Grande y el otro de Jorge Hernández, y también al pésimo estado del ruedo, muy resbaladizo, una auténtica pista de patinaje, en la que los caballos, a pesar de traer ramplones en las herraduras, jamás pudieron pisar con seguridad, lo que limitó su desenvolvimiento y provocó más de un susto, por fortuna sin mayores consecuencias.
Ante su primero, de buena condición, en el tercio de banderillas Chenel no pudo torear de costado e Ícaro, que intento ejecutar su toreo de cercanías, resbaló y quedó a merced del toro, que, providencialmente, no hizo nada por él. Sobre Pirata, el jinete estellés acertó al segundo intento y el público agradeció su esfuerzo con unas cálidas palmas.
Frente al quinto, que regateaba su embestida y se desplazaba al paso, llegó el toreo fino en el tercio de banderillas. Primero, con Manolete; el tordo rodado se plantó en terreno corto, citó con fijeza y firmó dos embroques tan espectaculares como perfectos. Después, con Viriato, que se mostró temerario, dejándose llegar al pecho los pitones del toro. A esas alturas, el público ya se había entregado al toreo del navarro. Acertó éste, ahora sí, con el rejón letal y salió a hombros junto con sus compañeros de terna. La capital del estado de Tabasco también había sido conquistada.