El caballero navarro, que cortó cuatro orejas, compartió triunfo con El Juli.
Ganado: Tres toros para rejones, primero, tercero y quinto, de Ángel Sánchez y Sánchez, nobles y colaboradores, salvo el que abrió plaza, y tres para el toreo a pie de Victoriano del Río, bien presentados, buenos, con clase y con un segundo del festejo magnífico, premiado con la vuelta al ruedo.
Toreros: Pablo Hermoso de Mendoza (silencio, dos orejas y dos orejas) y Julián López “El Juli” (vuelta al ruedo tras aviso, dos orejas y dos orejas y rabo).
Lugar y fecha: Coliseo romano de Nimes (Francia). 20 de septiembre.
Incidencias: Lleno aparente. Festejo matinal. El caballero navarro y el diestro madrileño salieron a hombros por la Puerta de los Cónsules.
Pablo Hermoso de Mendoza abrió ayer la matinal de Nimes con una buena faena emborronada con el rejón de muerte. Paró al toro con Napoleón, antes de sacar a Chenel, con el que destacó clavando al quiebro y en el galope a dos pistas muy templado, con un soberbio cambio por los adentros. Cerró esta primera faena con Pirata, dejando tres cortas sin respiro, pero mató mal al de Sánchez y Sánchez, que resultó poco colaborador, por lo que la faena, de dos orejas, terminó con el respetuoso silencio del público.
Se desquitó en su segunda intervención y paseó las dos primeras orejas de la mañana frente al tercero, un toro manejable aunque a menos. Clavó dos rejones de castigo con Churumay antes de sacar a Disparate, con el que dejó muy buenos momentos, clavando muy de frente y dando distancia, así como en el toreo a dos pistas. Templó y se adornó con la grupa el estellés. A lomos de Pirata, compartió un carrusel de cortas con el sobresaliente Andrés Romero. Mató de un rejonazo trasero y fue premiado con el doble trofeo; se aseguró así la salida a hombros.
El navarro desorejó también al quinto, un astado noble y manejable, frente al que Hermoso realizó una faena alegre y muy bien acogida por el público. Destacó en banderillas con Duende, clavando siempre en el estribo con mucha pureza y saliendo de la cara con piruetas. Con Pirata dejó tres cortas y un par a dos manos, antes de matar de un buen rejonazo. Momentos después, el caballero navarro abandona el coliseo nimeño por la Puerta de los Cónsules, salida que ya ha conseguido en nada menos que quince ocasiones.