HERMOSO RETOMA EN LA PLAZA DE TEXCOCO EL CAMINO DEL TRIUNFO

Hermoso de Mendoza sobre Churumay recibiendo al segundo de su lote en Texcoco.

Hermoso de Mendoza sobre Churumay recibiendo al segundo de su lote en Texcoco.

Salió a hombros tras conseguir las dos orejas del segundo de su lote, de Fernando de la Mora.

Ganado: Dos toros de Fernando de la Mora para rejones, tercero y sexto, de buen juego, un toro de La Punta, primero, y tres de Marco Garfias, muy bien presentados, con un quinto premiado con arrastre lento, para el que se pidió el indulto.

Toreros: Arturo Macías (palmas y oreja), Juan Pablo Sánchez (oreja y dos orejas) y Pablo Hermoso de Mendoza (palmas y dos orejas).

Lugar y fecha: Plaza de toros Silverio Pérez de Texcoco, estado de México. 20 de abril.

Incidencias: Casi lleno. Tarde nublada con ráfagas de viento. El caballero navarro y Juan Pablo Sánchez salieron a hombros.

Bajo una plaza prácticamente llena, ante más de cinco mil espectadores, Pablo Hermoso de Mendoza retomó el domingo pasado el camino del triunfo en Texcoco, después de realizar dos magníficas faenas.

Su primero fue un toro noble, con movilidad, al que entendió perfectamente y cuajó a placer. De salida, con Palomo, lo llevó encelado en los medios hasta pararlo. En banderillas, con Chenel, aprovechó el buen tono del astado, y se pudo presenciar un pausado toreo de costado del castaño, que puso al público en pie con un muy ajustado cambio por los adentros. Después, con Duende, se sucedieron los vistosos quites y los mandones embroques.  La redonda faena continuó en el último tercio con Machete, que permitió a su dueño ejecutar una perfecta rueda de cortas, adornarse y recrearse con la colocación de una rosa. Pero en la suerte suprema, el jinete estellés pinchó antes de enterrar la hoja de peral, por lo que el premio se redujo  a unos aplausos.

Hermoso de Mendoza tuvo una segunda oportunidad de triunfo frente al sexto, el que cerró plaza, y no la desaprovechó. Tras recibirlo con Churumay, que llevó al cuatreño embebido en su cola, el debutante Estudiante demostró en banderillas la clase que atesora citando en variadas distancias y colocando al toro en el estribo para que el rejoneador clavase los palos. Esta buena labor tuvo su continuidad con Habanero, que volvió a encandilar con sus series de ceñidas piruetas. El público texcocano lo estaba pasando en grande y la fiesta la continuó con la salida de Botero, con el que el navarro dejó tres cortas y una rosa sin respiro, y un rejonazo final que hizo rodar espectacularmente al de Fernando de la Mora. Esta vez, el premio fue de dos orejas, trofeos que le permitieron salir a hombros por la puerta grande.

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