Peculiar paseíllo de Hermoso de Mendoza, montado en un caballo frisón y con silla charra.
El camión con sus caballos fue retenido cuatro horas, con todos los papeles en regla, en una caseta sanitaria de Sonora.
Ganado: Dos toros para rejones de Bernaldo de Quirós, cuarto y sexto, tres de Santa Bárbara y un sobrero, segundo de De Santiago.
Toreros: Alejandro Martínez Vértiz (silencio en ambos), Pablo Hermoso de Mendoza (dos orejas y dos orejas y rabo) y Diego Silveti (oreja en ambos).
Lugar y fecha: plaza de toros Calafia, en Mexicali, estado de Baja California (México). 11 de abril.
Incidencias: Media plaza. El caballero navarro, que salió a hombros junto a Silveti, tuvo que hacer el paseíllo con un caballo frisón y con silla charra. El festejo comenzó a las siete de la tarde, con una hora de retraso, por esperar la llegada de la cuadra del rejoneador, algo que sucedió a las ocho.
La gira por el norte de México que está llevando a cabo Pablo Hermoso de Mendoza está siendo apabullante. Dos orejas en Tampico, cuatro y un rabo en Ciudad Juárez y el mismo resultado el sábado pasado en Mexicali pero en un día, en el que precisamente el estellés cumplió 49 años, que estuvo marcado por la incertidumbre y los nervios.
El motivo no fue otro que la llegada de los caballos, algo que, al parecer, no es nuevo cuando ha actuado en Mexicali y que en esta ocasión volvió a complicarse. Cuatro horas estuvo el camión retenido en la caseta sanitaria de Sonora, con todos los papeles en regla y sin ninguna razón aparente. Este hecho retrasó un viaje que ya de por sí es muy largo de distancia y con carreteras con muchas obras. Conclusión, los caballos, después de permanecer más de veinte horas montados en el camión, llegaron a la plaza a las ocho de la tarde, cuando el festejo estaba programado a las seis.
Por todo ello, la corrida comenzó a las siete, el caballero navarro tuvo que hacer el paseíllo montado en un caballo frisón prestado y con silla charra y el orden de lidia se fue adelantando hasta la llegada de los caballos.
Tanto contratiempo no evitó que Hermoso de Mendoza rubricase otra tarde redonda, de casi pleno, ya que la saldó, como el día anterior en Ciudad Juárez, con el corte cuatro orejas y un rabo.
El caballero navarro hizo su primer regalo de cumpleaños a los asistentes ante el cuarto, porque cuajó una faena completa de principio a fin, montando a Icarito de salida, Janucá y Dalí, en un vibrante tercio de banderillas y cerrando con un Pirata, agotado del viaje, pero que nunca volvió la cara hasta el rejonazo final. Una faena de mucho mérito ante un toro que transmitió emoción y ante el que destacó un Janucá a un gran nivel en banderillas, llevándolo muy ceñido de costado y toreando perfecto con el pecho. El estellés anduvo muy certero con rejón letal y cobró las dos orejas de un toro que transmitió.
Si completa resultó la primera faena, la segunda, ante el sexto, si cabe la superó a pesar que el primer tercio fue un tanto deslucido porque el toro estaba sólo pendiente de barbear las tablas y de amagar con saltar al callejón donde la puerta de toriles. Lo castigó con un rejón, con el que el toro reaccionó y sacó bravura y genio. A partir de ahí, Cumpleañero, de 450 kilos, fue un colaborador perfecto. Con semejante materia es fácil imaginar el lío que formaron en banderillas Disparate y Viriato, con sus respectivos estilos. Los galopes de costado y las hermosinas del primero duraron vueltas completas al coso de Calafia y el reto frontal del segundo fue toda una lección de hondura. El resultado, una borrachera de toreo ante un toro magnífico, que nunca volvió la cara. La guinda la puso Pirata, con su temple en las cortas y un par a dos manos a cámara lenta. El navarro dejó el rejón letal en todo lo alto y consiguió así los máximos trofeos, el tercer rabo que logra en su campaña mexicana. Después de pasear este trofeo por el anillo del ruedo, toda la plaza comenzó a cantarle ‘Las mañanitas’, cerrando así un cumpleaños que acabó siendo redondo.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX