El caballero navarro salió a hombros en Poza Rica con sus compañeros de terna.
En una tarde con lluvia ligera y persistente, desorejó a los dos de su lote, de Fernando de la Mora.
FICHA TÉCNICA:
Plaza: portátil, en Poza Rica (Veracruz).
Ganado: dos toros para rejones de Fernando de la Mora, segundo y quinto, y cuatro de San José.
Fermín Spínola: oreja en ambos.
Pablo Hermoso de Mendoza: dos orejas en ambos.
Joselito Adame: dos orejas y palmas.
Incidencias: Tres cuartos de plaza. Debut del navarro en esta localidad.
Pablo Hermoso de Mendoza cumplió el sábado pasado con su segunda actuación consecutiva en el estado de Veracruz y debutó en la ciudad de Poza Rica, donde la plaza portátil que se instaló exprofeso para este festejo presentó una muy buena entrada, y el público disfrutó a placer con una brillante actuación del jinete navarro, que redondeó otra tarde de altos vuelos y desorejó por partida doble al lote de Fernando de la Mora al que enfrentó.
En una tarde con una lluvia ligera y persistente, el caballero navarro logró superar la dificultad del mal estado del piso y, ante dos toros de distinta condición, hizo gala de su impecable monta y del conocimiento exacto que tiene de tiempos y terrenos, construyendo con maestría dos faenas en las que aprovechó cabalmente todo lo que los toros llevaban dentro.
A su primero lo toreó con Estella de salida, Chenel e Ícaro en banderillas, y Pirata en el tercio final. Dos pinchazos previos al definitivo rejón letal no impidieron que el palco concediese las dos orejas del toro, que fue complicado por su violencia y por embestir a arreones.
La faena ante el quinto tuvo un corte similar, pero el estellés se tuvo que esforzar mucho, pese a tener la puerta grande asegurada, porque el toro fue más incierto que el anterior y desarrolló sentido a medida que avanzaba la lidia. Estos problemas fueron superados por Estella de salida, Manolete en banderillas y Pirata, que permitió que su dueño terminase su actuación con un efectivo rejón letal, que puso en bandeja la concesión del doble trofeo. En definitiva, cuatro orejas y nueva puerta grande, la décimo sexta de su actual periplo mexicano.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX