Fue ovacionado frente a dos toros de Ángel Sánchez, tras dos faenas que merecieron mucho mayor reconocimiento.
Lugar: plaza de toros de Vistalegre, Bilbao (Vizcaya).
Ganado: seis toros de Ángel Sánchez Sánchez, nobles, bajos de raza salvo el tercero que tuvo calidad y transmisión.
Pablo Hermoso de Mendoza: ovación y saludos.
Sergio Galán: saludos en ambos.
Leonardo Hernández: dos orejas y oreja.
Incidencias: Tres cuartos de plaza. Primera de feria. Hernández salió a hombros.
Pablo Hermoso de Mendoza ha abierto esta tarde el abono de la Semana Grande bilbaína, ha realizado dos faenas de maestría pero ha tenido que luchar contra dos toros murubeños y, sobre todo, contra la frialdad del público.
Pese a seguir siendo un maestro del toreo a caballo, ha dejado de sorprender al público y eso se traduce en un comportamiento frío por parte de éste. En el primero de la tarde, de nombre Zapatero ha hecho una faena de maestro, pura en el concepto y en la forma, bien construida y protagonizando momentos de gran belleza con Chenel, como las dos pasadas galopando de costado por dentro de las tablas en un alarde de magisterio, dominio del caballo y del toro. Siempre valiente el de Estella, preciso en los rejones de castigo, clavando muy en corto con las banderillas, perfecto en los quiebros… En definitiva, que ni un pero se le puede poner a Hermoso de Mendoza, que sigue siendo el mejor torero a caballo de todos los tiempos. Sin embargo, como todo en la vida, en el momento en que se deja de sorprender, resulta difícil mantener la pasión que en los primeros años de su carrera desataba Pablo. Y por eso, a pesar de haber realizado una faena cumbre a su primero en Vista Alegre, el público ha dejado de apasionarse con su quehacer, aunque la excusa sea que el toro ha tardado en doblar tras un rejonazo perfecto de ejecución.
En el cuarto de la tarde poco se podía hacer y Pablo ha intentado buscar la conexión con el público a través de golpes de efecto como la rueda o las banderillas cortas en un palmo de terreno. Tras un rejón de muerte en el sitio, Pablo Hermoso de Mendoza ha saludado desde el tercio recogiendo una cerrada ovación.