Guillermo Hermoso de Mendoza se dispone a clavar una corta con ‘Pirata’ en la plaza mexicana de Tlaxcala.
El joven jinete estellés realizó dos buenas faenas, malogradas con el rejón letal. Fotografías: pablohermoso.net
Ganado: Dos toros para rejones, uno de San Pablo y otro de Marrón, de escaso trapío, y cuatro de Vistahermosa, bien presentados y de buen juego.
Toreros: Guillermo Hermoso de Mendoza (pitos tras aviso y palmas), José Luis Angelino (silencio y vuelta al ruedo) y Gerardo Rivera (oreja tras aviso y oreja).
Lugar y fecha: Plaza Joge ‘El Ranchero’, en Tlaxcala (México). 2 de noviembre.
Incidencias: Tres cuartos de plaza. Tarde fría con intermitentes ráfagas de viento. Tradicional corrida de muertos. Rivera salió a hombros.
Dio comienzo ayer la temporada mexicana de los Hermoso de Mendoza y lo hizo en la persona de Guillermo, que abrió el tradicional festejo del Día de Muertos en la Ciudad de Tlaxcala, en una tarde con tiempo muy frío en la capital tlaxcalteca.
Abrió festejo y temporada Guillermo con una faena con algunos detalles, pero un tanto insulsa ante un toro parado de San Pablo. Detalles con Janucá e Ilusión, aunque siempre con falta de colaboración por parte del astado. El colofón con el rejón de muerte fue nefasto, necesitando de varios pinchazos, y eso hizo que el joven jinete escuchase un aviso y algunos pitos en su retirada al callejón. En su descargo, es preciso indicar que el toro en este último tercio se ponía muy por delante de Pirata, complicando una buena reunión.
Mejor nivel tuvo en el cuarto toro, esta vez de la ganadería de Marrón y que saltó al ruedo tras producirse un apagón de luz que dejó la faena a media luz, porque ya la iluminación no se repararía. En la penumbra, este toro dio algo más de juego, aunque careció de embestidas largas y así las hermosinas de Disparate no tuvieron el eco ni la largura que se debe esperar. Esa corta embestida la aprovecharon los caballos para lucir más en los embroques y tanto Jíbaro en el tercio de salida, donde toreó con elegancia y verdad, como en banderillas su padre Disparate dieron el pecho en cada una de las reuniones, firmando éste tres buenas banderillas. Con el toro ya más parado Arsenio lució en giros en forma de piruetas y al final Pirata puso el punto de calidad en dos rosas y sobre todo en un muy cerrado par a dos manos. Esta vez acertó al segundo intento y una leve petición de trofeo dio paso a aplausos para el estellés.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX