El hijo del rejoneador estellés toreó en San Miguel Allende varias vacas de Marrón con caballos como ‘Machado’, ‘Caviar’, ‘Irak’ o ‘Botero’.
Guillermo Hermoso de Mendoza ha dejado de nuevo en tierras mexicanas buena muestra de sus cualidades para el toreo a caballo. Pasó las vacaciones de Semana Santa junto a su padre y aprovechó los días para torear vacas y montar a caballo. En el Rancho Joya, en San Miguel Allende, padre e hijo compartieron entrenamiento y lidiaron vacas del hierro de Marrón. Ante ellas, Guillermo montó caballos como Machado, Caviar, Irak o Botero.
El joven jinete navarro guió perfectamente a las suertes a estos caballos, que no acusaron la escasa actividad que han tenido en los últimos tiempos –caso de Machado o Caviar– y mostraron la calidad y torería que atesoran.
La misma clase que posee Guillermo Hermoso de Mendoza, algo que ya quedó patente en su presentación en público –Logroño, 2014- y hace un par de semanas, cuando, por sorpresa, su padre le invitó a torear en Ciudad Valles.
Terminada la Semana Santa, el joven estellés regresó a Navarra para continuar con sus estudios, que son su máxima prioridad.