Francisco Marco en una habitación de la Virgen del Camino.
El matador de toros navarro notó «bastante mejoría», 48 horas después de la cogida.
Francisco Marco, que recibió dos cornadas el pasado sábado en Tafalla, ha contado que ha notado «bastante mejoría» respecto a la noche anterior, aunque le siguen molestando las heridas. Permanece ingresado en el Complejo Hospitalario de Navarra tras ser intervenido quirúrgicamente de las heridas que sufrió al ir a matar a su primer toro, en la primera corrida de la Feria de Tafalla, con astados de la ganadería de Dolores Aguirre.
«Uno nunca espera que le coja el toro, pero él estaba deseando hacerlo», ha señalado, refiriéndose a ‘Caracorta’, el astado que le corneó dos veces en la pierna derecha.
«El toro fue complicado desde que salió, porque no se dejaba dominar. Tenía fuerza y no se le podía picar como hubiéramos deseado, de modo que cada embestida era muy violenta», ha explicado el torero estellés.
El morlaco se abalanzó bruscamente hacia él, sorprendiéndolo, según ha relatado Marco, y le cogió de forma «muy violenta» cuando se encontraba en el suelo, lo que incrementó la presión.
Las cornadas, sin embargo, no rindieron al matador, que se levantó para terminar la faena a pesar de encontrarse «más débil» y desconcentrado por las heridas, que los sanitarios evaluaron más tarde como graves.
«Era una cuestión de dignidad y hombría, porque estaba al final de la faena y no quería que tuviera que terminar otro compañero», ha dicho Marco, quien ha asegurado que sentía un «dolor fuerte».
El torero, que ha sufrido quince cornadas desde que comenzó, ha explicado que en la profesión hay que «mantener la cabeza fría», pues de otro modo «no llegaríamos a vestir de luces». «Piensas que eres torero y que estas cosas pasan, lo asumes tal y como vienen, porque en unas ocasiones disfrutas el triunfo y saboreas el cariño del público, pero en otras ocurre así», ha comentado.
Francisco Marco ha explicado que «ayer fue un día difícil, complicado», pero que hoy se encuentra «bastante mejor» y que el personal sanitario le ha puesto un vendaje de mayor compresión.
Aunque no hay fecha de alta médica, el torero ha dicho que aún permanecerá ingresado «unos cuantos días», pues están pendientes de que las heridas evolucionen favorablemente y no le produzcan fiebre, ya que las arenas de las plazas de toro suelen ser «infecciosas».
«Estoy deseando que me abran las puertas -ha declarado Marco-. La mejor medicina de un torero es seguir adelante, seguir toreando».
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX