El afamado banderillero aseguró en el Club Taurino de Pamplona que ‘si tuviera que apuntillar por detrás, ahora mismo me retiraba’.
‘Mantengo regularidad como puntillero, pero también la busco, entrenando en casa. En Madrid he levantado un toro dos veces. Y por eso no soy malo. Hoy en día se roza la perfección en toros apuntillados, se apuntilla mejor que nunca. Y más con el toro que sale, musculado, preparado, con fiereza. Se apuntilla por delante, dando la cara, metiéndole la rodilla al toro. Ir por detrás, hasta parece que vas a traición”, declaró el jueves pasado el banderillero Fernando Sánchez en el Club Taurino de Pamplona.Y prosiguió profundizando en este tema. ‘No hay puntilleros malos. Todos podemos fallar, somos humanos. Entran en juego muchos factores: que el toro se eche bien, que enseñe la muerte, que no esté tapado, que no se esté moviendo, que la espada esté bien colocada… Si fuese fácil, muchos querrían ser terceros. Si un torero tiene las dos orejas cortadas y el puntillero falla, el matador no tiene culpa de eso, por lo que le deberían dar las dos orejas. Si tuviera que apuntillar por detrás, hoy mismo me retiraba, porque es que no sé, es un recurso que debería aprender pero que no sé hacerlo’.
En otro momento de su charla, reconoció que su fuente de inspiración había sido Manolo Montoliú (fallecido en la Maestranza el 1 de mayo de 1992 por la cogida de un toro de Atanasio Fernández). ‘Para mí ha sido el más grande. No intento imitarle sin adaptarlo a mi concepto, a mi personalidad. Después, me he fijado en otros, como Honrubia, Corbellé, El Vito, Chaves Flores, Curro Cruz, Martín Recio… y más recientemente el maestro Carretero, Curro Molina… Motoliú fue pura torería, se iba a los toros con lentitud, cómo clavaba en la cara con los pies plantados en el suelo, y esa manera de salir en torero de la cara…’.
Respecto a la juventud y los toros, fue tajante. ‘Estamos viviendo el mejor momento en lo referente a la juventud. En todas las plazas se ve un alto número de gente joven, que es el reemplazo de la afición. Existe una evolución y los toreros, sobre todo Roca Rey, incitan a que la gente joven vaya a la plaza. Las empresas también están haciendo mucho en este sentido, dando facilidades a los jóvenes’.
En lo referente a la materia prima, Sánchez sorprendió a todos los presentes, que llenaron el salón social del Club Taurino de Pamplona. ‘La ganadería más dura para banderillear es la de Garcigrande. Es un toro que no lo pone nada fácil. Se dice de Cuadri, pero es un toro al que lo ves venir. El de Miura no crea complicaciones para banderillear; es un toro franco, que viene con ritmo, con cadencia; lo único negativo es que te pone la cara arriba. Sin embargo, ante el de Garcigrande no sabes lo que va a hacer, tan pronto te arranca derecho como en tres trancos se te pone por delante; cambia mucho los ritmos. Es el más complicado para banderillear’.
Preguntado por el mejor y el peor toro que ha encontrado a lo largo de su trayectoria, lo tuvo claro. ‘El peor, un toro de Miura, malísimo, en Estella (en 2015, el sexto, que fue peligrosísimo). Otro, en Santander, en 2023, de Domingo Hernández. Este toro hizo historia en mi profesión; fue la primera vez en mi vida que sólo puse una banderilla y no el par. Los mejores, de este año, tres de Juan Pedro Domecq’.
Por último, el banderillero toledano reconoció que Pamplona se le ha dado bastante bien. ‘Aquí sale el toro muy fuerte, muy grande, y me gusta torearlo. El toro de Pamplona te permite torear. Lleno viniendo desde 2012 e incluso he conseguido algún premio. Mi valoración de Pamplona es muy satisfactoria’.
Un gran hombre de plata
Fernando Sánchez, de 36 años, nació en la localidad toledana de Talavera de la Reina. Su hermano, Rubén Sánchez, fue rejoneador y ahora es picador. Con él se inició en el mundo del toreo, como auxiliador. Su inicio de hombre de plata fue en la cuadrilla de Gómez del Pilar. Después, toreó a las órdenes de Javier Castaño y formó pareja con David Adalid; ambos, por su buen hacer y espectacular hacer, cobraron prestigio. Más tarde, formó parte de la cuadrilla de Antonio Ferrera y ahora es banderillero de Tomás Rufo.
‘A los 18 años dije que quería ser banderillero, para el rejoneo, claro. Nunca pensé que iba a llegar donde estoy. Estuve tres años en las categorías de rejones y sin caballos. Mi primera novillada la lidie con Gómez del Pilar, en Arganda del Rey; fue una novillada de Guadaira. Después, otra en Galapagar. Entre 2010 y 2011, me llamó Gómez del Pilar para ir en su cuadrilla y así toreé entre 25 y 30 novilladas picadas. Llegó el Ocho Naciones de Madrid, lo ganó Noé y el premio fue ponerlo en San Isidro al año siguiente y fue ahí, en Las Ventas, donde pegué el salto’, explicó Sánchez.
‘En San Isidro de 2012, novillada de Guadaira, tuve la oportunidad de poder poner dos pares a un toro y es de las primeras veces de hacerlo como yo lo sentía: muy despacito, andándoles a los toros con mucha torería, intentando cuadrar en la cara y salir lo más lento posible. Madrid me hizo desmonterarme’, indicó.
Ese festejo lo vio Javier Castaño, y empezó a fijarse en él. En una corrida de toros mixta en Vargas, al terminar el festejo, le dijo si quería pelear con David Adalid. Cómo no. En invierno le llamó. De este modo, en 2013 toreó cuarenta corridas de toros, en todas las ferias, de Castellón a Zaragoza.
Comenzó así un época, brillante, emocionante. Lo mismo sucedió en 2014. Al año siguiente, salió Adalid de la cuadrilla de Castaño y la cosa perdió fuerza. Toreó poco. En 2016, fue con Joselito Adame, quien toreó muchísimo ese año. Dos años después, se colocó con Ferrera. En 2019 vivió momentos inolvidables, como la salida a hombros en Madrid. ‘Él nos cuidaba muchísimo. Fue el año que más me ha marcado. Actualmente, voy con Tomás Rufo, gran torero, gran persona y gran amigo’, recordó el hombre de plata.
Fernando Sánchez ha ido suelto. Toreó una tarde, como lidiador, con Morante de la Puebla en Sevilla. Tuvo el honor de formar parte de la cuadrilla de José Miguel Arroyo ‘Joselito’ en su reaparición en Istres. Y este año ha disfrutado con Enrique Ponce, en la temporada de su adiós y ha podido ver su maestría; ‘es un espejo donde se han querido mirar todos los toreros’, concluyó.
En la próxima temporada, toreará a las órdenes de Rufo. ‘Intentaré sumar con él un número elevado de corridas de toros, y en el grupo especial, que es el más rentable’, matizó un torero de plata que sabe que regresará al Club Taurino de Pamplona.