Rafael Jiménez ‘Chicuelo’ en sus tiempos en activo.
Hizo cuatro paseíllos Pamplona, los dos últimos como matador de toros en la Feria de San Fermín.
En la madrugada de este sábado falleció a los 86 años en Sevilla el matador de toros Rafael Jiménez Castro ‘Chicuelo’, hijo el mítico Manuel Jiménez “Chicuelo” y decano de los matadores de toros sevillanos. En Pamplona, llegó a hacer cuatro paseíllos, dos de ellos en la Feria de San Fermín. Descanse en paz.
Rafael Chicuelo fue un torero de dinastía, ya que matador fue su abuelo Manuel Jiménez Vera, el primer Chicuelo, y matador fue su padre, el muy reconocido Manuel Jiménez Moreno, torero trascendental en la historia del toreo. Rafael nació en la Alameda de Hércules de Sevilla el 7 de marzo de 1937. Era el cuarto hijo de Manuel Chicuelo y su esposa Dora ‘la Cordobesita’.
Tras varios años en el escalafón de los novilleros, ya como una figura entre ellos, Antonio Ordóñez le dio la alternativa en Sevilla el 6 de abril de 1958, en presencia de Manuel Vázquez; le cedió la muerte de Cañamazo, de Carlos Núñez.
La confirmó en Madrid el 16 de mayo de 1958; Antonio Bienvenida, ante Manuel Vázquez, le cedió la muerte de Cocolito, de Salustiano Galache.
Rafael Jiménez ‘Chicuelo’ en su domicilio.
Después de varias retiradas y reapariciones, toreó por última vez en1981 y en la plaza de Sevilla. Fue el 2 de mayo con toros de Sayalero y Bandrés, y Chicuelo, Curro Romero y Manili, en el cartel.
Al final, optó por hacerse banderillero. Toreó a las órdenes de Manolo Arruza, Manili y el rejoneador Javier Buendía. Se retiró a la edad de 55 años, en 1992.
Como matador de toros, siempre pitado en Pamplona
Rafael Jiménez ‘Chicuelo’ se presentó en Pamplona el 13 de julio de 1957, en una novillada picada en la que alternó con Curro Puya, que le cortó una oreja al cuarto, y Luis Segura, que consiguió las dos del quinto. Se lidiaron seis utreros de Viuda de Concha y Sierra, magníficos de presencia pero no de bravura. Le correspondió un lote difícil, ante el que aguantó mucho; no anduvo acertado con la espada y se fue de vacío.
Regresó al año siguiente. El 28 de junio intervino en el festival de la Institución Pro-Cunas, en el que se lidiaron cinco novillos de Ignacio Sánchez. Alternó con Antonio Ordóñez (dos orejas y rabo), Curro Girón (vuelta al ruedo), Jesús Gracia (dos orejas) y Romerito, que despachó al peor del encierro como buenamente pudo. El sevillano sacó muy aceptables naturales; terminó con media y cobró una oreja.
Ya en San Fermín, se presentó en Pamplona como matador de toros. Fue el 9 de julio, día en el que se lidiaron se toros de Sepúlveda de Yeltes, deslucidos en conjunto. Compartió cartel con Gregorio Sánchez y Antonio Borrero ‘Chamaco’, que no cortaron trofeos. Se limitó en sus dos trasteos a andarles a los toros con los vuelos de la franela, intentando en algunos momentos el toreo al natural. Al tercero lo despachó de tres pinchazos y un descabello; escuchó pitos. Al sexto le realizó una faena de aliño; terminó con dos pinchazos y media estocada; pitos otra vez.
Cuatro días después, el 13 de julio, en la séptima y última corrida de la feria, alternó con Antonio Ordóñez, que dio la vuelta al ruedo tras matar al que abrió plaza, e Isidro Marín, que rechazó el rabo del quinto que le habían concedido. Se lidiaron seis toros de Viuda de Galache, con poca casta, huidizos, que no presentaron batalla. Se fue de vacío. No corrió las manos en ningún momento. Al tercero lo mató de cuatro pinchazos y media estocada; recibió un aviso, descabelló y escuchó pitos. Tumbó al sexto de media estocada en mal sitio; de nuevo, pitos.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX