FALLECE EN SU FINCA DE CARMONA EL REJONEADOR ANTONIO IGNACIO VARGAS

Antonio Ignacio Vargas en su finca.

Triunfó en las plazas de Pamplona, Tudela, Tafalla y Estella, en la década de los años 70

El veterano rejoneador Antonio Ignacio Vargas falleció el lunes pasado, a los 64 años de edad, en su finca Puerta Príncipe de Carmona. Autoridades de esta localidad no descartaron la hipótesis de un suicidio con arma de fuego, pues el finado padecía una fuerte depresión.     Miembro de familia vinculada al mundo taurino y padre del matador de toros César Girón, Vargas se presentó como rejoneador profesional el 16 de agosto de 1964 en la localidad sevillana de Los Palacios. Tres años después, debutó en la plaza de Las Ventas.

Natural de Puebla de Cazalla, uno de sus triunfos más sonados lo logró el 27 de abril de 1980 en la Maestranza de Sevilla, éxito por el que fue declarado triunfador del ciclo sevillano.

Estuvo en activo más de treinta años toreando en las plazas de España, Francia y Portugal. Se retiró definitivamente de los ruedos tras concluir la temporada de 2000, aunque siete años después volvió a torear un festejo.

Fundó la Escuela Hípica «Puerta Príncipe» y actualmente estaba centrado en la doma y venta del caballo pura raza española, lusitano y caballo de rejoneo, así como en el transporte de caballos y alquiler de cuadras. Además, colaboraba en las retransmisiones taurinas televisivas de Canal Sur en los espectáculos de rejones.

Triunfador en Navarra

Antonio Ignacio Vargas sólo protagonizó una actuación en Pamplona, el 3 de julio de 1971, en un festival de las peñas, nocturno, que registró media entrada. Alternó con Manuel Vidrié, Moreno Pidal y Curro Bedoya, que le cortó las dos orejas al que le tocó en suerte. Se lidió ganado de Antonio Flores Tassara, que resultó manso integral. Vargas estuvo bien con los rejones de castigo y con las banderillas; colocó tres rejones de muerte y, pie a tierra, acabó con una entera y dos descabellos; se le premió con una oreja. Tuvo también una destacada actuación formando collera con Moreno Pidal; después, ambos dejaron al astado en manos de los forcados y lo mató el sobresaliente, Manolo Rubio.

Tres años después, en la feria tudelana de Santa Ana, le cortó las dos orejas al cuarto, un toro de Guardiola Hermanos, y en collera con Moreno Pidal, alcanzó el mismo triunfo –dos orejas- frente al que cerró plaza, por lo que ambos salieron a hombros, en compañía de los otros dos rejoneadores que actuaron, Ángel Peralta y Fermín Bohórquez.

Al año siguiente, el escenario de su triunfo fue la plaza de Estella, en agosto. Fue un mano a mano con Bohórquez, en el que dieron cuenta de cuatro utreros de Palaciar. Logró una oreja en solitario y otra en collera, por lo que, como su compañero, abrió la puerta grande.

Por último, en 1976 consiguió un triunfo redondo en Tafalla. Fue el 22 de agosto, tarde en la que toreó con los novilleros Lázaro Carmona y Rayito de Venezuela. Le correspondió el tercero de los cinco utreros, de Alonso Moreno, y, tras una buena fuera, le fueron concedidas las dos orejas del astado, por lo que salió a hombros.

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