Primer plano de José Julio, en los años de su actividad torera.
En Pamplona toreó dos tardes, las dos primeras de la Feria del Toro de 1960.
El veterano matador de toros falleció ayer a los 83 años de edad. Se encontraba ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Vila Franca de Xira desde hace unos días a consecuencia del coronavirus. Las ceremonias fúnebres se llevarán a cabo en la más estricta intimidad y con las restricciones marcadas por las autoridades debido a la pandemia.
Debutó de luces en Santarém en la temporada 1956 y fue el primer torero a pie portugués premiado con una oreja enLas Ventas, el 24 de septiembre de 1959. José Julio Venancio Antúnez debutó en Sevilla el 30 de agosto de 1959, con una corrida de Cuadri, a la que cortó una oreja. Aquella tarde toreó con Limeño y Antonio Codeseda.
Tomó la alternativa en la Feria del Pilar, el 11 de octubre de 1959, de manos de Chicuelo y con Gregorio Sánchez como testigo.
La confirmación en Madrid llegó el 16 de mayo de 1950, con Julio Aparicio de padrino y en presencia de Luis Segura. Una tarde que estoqueó al toro Cacharrero, de Eusebia Galache.
El 2 de abril de 1961 cortó una oreja en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, a un astado Herederos de María Montalvo. El 4 de noviembre de 1962, estoqueó en solitario seis astados de Carlos y Francisco Palha en su localidad natal de Vila Franca de Xira, cosechando un gran triunfo.
En Sevilla, vivió las dos caras de la moneda en la tarde del 28 de abril de 1963, ante el hierro de Miura, al cortar dos orejas a su primero y ser herido de gravedad por su segundo.
José Julio era una figura muy querida por la afición lusa y concretamente por la de su ciudad, Vila Franca. Allí se le dedicó un monumento en 2019 y además el Consistorio le otorgó su nombre a una calle. Fue un torero muy completo, de gran valor, ejemplar con el capote y uno de los mejores con los rehiletes. Descanse en paz.
Su paso por Navarra
El maestro portugués se presentó en Navarra el 7 de julio de 1960, en la primera corrida de la II Feria del Toro. Alternó con Jaime Ostos, que resultó herido, y Luis Segura. Se lidiaron seis toros de Hijos de Pablo Romero, un lujo en presentación, pero faltos de fuerza, casta y alegría.
Destacó en los tres pares perfectos de banderillas que le puso al tercero, al que toreó al natural y con la derecha con mucho temple; lo mató de media delantera y un descabello; salió a los medios a saludar. Frente al sexto, derrochó valor y lo despachó de un formidable estoconazo, por lo que fue premiado con una oreja.
Al día siguiente, 8 de julio, sus compañeros de cartel fueron Ostos, que cortó una oreja, y Mondeño, que debutó en la capital navarra. Todos ellos lidiaron un encierro de Marqués de Villamarta, de buena crianza, pero manso. Puso muchos deseos de agradar, pero se quedó sin toros. Tuvo que hacerlo todo él. Sus faenas no tuvieron relieve y se limitaron a una porfía para preparar a los animales para la muerte. No tuvo suerte con la materia prima. Fue su segunda y última actuación en Pamplona.
Sin embargo, regresó a Navarra ocho años después. Toreó en Estella, el 4 de agosto, junto con El Inclusero, que cortó una oreja, y el venezolano Adolfo Rojas, que se fue de vacío. Se lidiaron seis toros de Isaías y Tulio Vázquez, bien presentados y de juego variado. No tuvo una buena tarde. Toreó siempre a la defensiva e incluso soportó pitos tras matar al segundo de su lote.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX