FALLECE EL DIESTRO JESÚS CÓRDOBA, EL ÚLTIMO DE ‘LOS TRES MOSQUETEROS’

Imagen de Jesús Córdoba en los últimos años.

Imagen de Jesús Córdoba en los últimos años.

Triunfó en Pamplona en 1953 y fue uno de los que toreó la corrida concurso de ganaderías de 1966.

El matador de toros Jesús Córdoba falleció el martes pasado en la capital mexicana a los 89 años de edad como consecuencia de una neumonía. Nacido accidentalmente en Winfield, Kansas, el 7 de marzo de 1927, era el último de “los tres Mosqueteros”, terna conformada por el propio diestro, Manuel Capetillo y Rafael Rodríguez, además de otro acompañante, Paco Ortiz –el considerado D’Artagnan-, que tanto éxito tuvieron en la temporada 1948.

Tomó la alternativa aquel 1948 de manos de Fermín Espinosa “Armillita”, en Celaya. La confirmó en la Plaza México el 20 de enero de 1949, siendo también Armillita el padrino. La confirmación en la plaza de Las Ventas de Madrid se realizó el 21 mayo de 1952, siendo el padrino Pepín Martín Vázquez.

Se despidió de la profesión el 9 de abril de 1967, en la plaza de Ciudad Guzmán. Ya retirado, siguió en la Fiesta como presidente -juez de plaza- de la Plaza México y de la Monumental de Aguascalientes.

Jesús Córdoba en sus tiempos como matador de toros.

Jesús Córdoba en sus tiempos como matador de toros.

Tres tardes en Pamplona

Córdoba debutó en la plaza de la capital navarra el 7 de julio de 1953, y triunfó. Hizo el paseíllo con Julio Aparicio, que logró las dos orejas del segundo de la tarde, y con el tudelano Isidro Marín, que paseó un trofeo del sexto. Todos ellos lidiaron un encierro de Salvador Guardiola, de peso justo y recogido de cabezas, que resultó superior en el último tercio. El diestro mexicano le cortó las dos orejas al cuarto del festejo, que brindó a la Casa de Misericordia, y salió a hombros con Aparicio.

Sin embargo, dos días después, frene a toros de Joaquín Buendía, fue abroncado por el público.

No regresó a Pamplona hasta trece años después. El 14 de julio de 1966 toreó con Antonio Bienvenida, que se fue de vacío, y Antonio Ordóñez, que logró las dos orejas del sexto, en una corrida que tuvo carácter de concurso de ganaderías. Se lidió un toro de cada una de las ganaderías que habían lidiado un encierro en la feria: Juan Pedro Domecq, Eduardo Miura, Atanasio Fernández, César Moreno, María Teresa Oliveira y Álvaro Domecq, que ganó el premio establecido. Al mexicano, le correspondieron el segundo y el quinto del festejo: Bufón, de Eduardo Miura, y Nazareno, de Teresa Oliveira, respectivamente. Su primero no le dio opción y ante el segundo de su lote estuvo desconfiado, descentrado, sin sitio. Protagonizó una tarde gris, su última en la capital de Navarra.

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